"Quemaron a mi muchacha"

Eran las cuatro de la mañana de este domingo cuando los vecinos del barrio Barranquillita percibieron una llamarada al borde de la quebrada Santa Librada (Usme). El fuego ardía en la esquina de la calle 72 sur con carrera 1ª, en donde escasea el alumbrado público. Horas más tarde, cuando el fuego se había consumido, llegaron agentes del CTI de la Fiscalía y confirmaron que en el lugar había sido incinerada una mujer. Los datos parciales de la entidad señalan que la mujer tendría entre 13 y 17 años. No obstante, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que por el estado del cuerpo aún no se podía determinar la edad de la víctima.

Mientras las autoridades investigan el caso y tratan de establecer la identidad de la víctima, en el barrio corre un rumor que se hace cada vez más fuerte. “Mi amiga apareció quemada”, dice Marylin Hurtado, una joven que vive en el sector y quien asegura que su amiga, Paola Andrea Rodríguez, de 24 años de edad, desapareció el sábado en la noche y que, probablemente, es quien apareció incinerada al borde de la quebrada el domingo en la madrugada. Telefónicamente, la madre de Paola Andrea Rodríguez sólo pudo decir, en medio del llanto: “Quemaron a mi hija, me quemaron a mi hija. Estuvo conmigo en la tarde del sábado y desapareció en la madrugada. Nosotras vivimos a cuadra y media de donde fue el asesinato”. Esta hipótesis, sin embargo, no ha sido avalada por la Fiscalía.

Pero el hecho de que estén desapareciendo personas en el sector preocupa a los habitantes: “En diciembre apareció un señor muerto y por ahí hace seis meses encontramos a un bebé recién nacido en la quebrada. Tengo niñas que tienen que devolverse del colegio y pasar todos los días por la quebrada”, señala Mireya Velásquez, quien vive en el sector hace 15 años. Sin embargo, Velásquez no cree que la mujer que apareció incinerada viviera en el sector: “Cuando aparecen muertos generalmente no son de acá, vienen de otros barrios y los dejan ahí tirados”, señala.
Este hecho es sólo uno de los casos violentos que se han presentado en meses recientes: “Hace poco iban a violar a una niña en esa esquina de la quebrada. Esa zona es muy insegura, nadie responde y la gente tiene miedo de demandar. Ese lote está abandonado hace como siete años, por eso es propenso a atracos y violaciones. Lo de la niña que apareció quemada es nuevo. Antes no se había presentado algo así. La verdad, nosotros ni siquiera hemos podido identificar a los familiares”, dice Andrés Acero, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Barranquillita.

Con respecto a la inseguridad en esta zona, el coronel César Moreno, comandante de la Policía de la localidad de Usme, le dijo a este diario que los actos violentos que se han presentado tienen que ver con “la intolerancia social, el consumo de estupefacientes y alcohol. Ese es el problema generalizado”.

Justo ayer lunes los estudiantes del colegio Orlando Fals Borda (que colinda con la quebrada Santa Librada) estaban de luto por la muerte de un joven de grado 11 que, al parecer, perdió la vida en una riña en una discoteca del sector el sábado pasado. Frente a este caso, la Policía prefirió no pronunciarse.

Otra vecina de la zona (que quiso mantener su nombre en reserva) dijo que a sus nietas, que estudian en el colegio Orlando Fals Borda, las han atracado y “han intentado llevárselas a la quebrada para violarlas”. De acuerdo con esta versión, a Barranquillita “llegan muchachos de otros barrios, ya sea Brasilia, Las Viviendas, el Pedregal, San Juan de Usme o La Aurora, con armas en mano: pistolas o navajas. Cuando iban a atracar a mi nieta tenían un machete”.

Eran las cuatro de la mañana de este domingo cuando los vecinos del barrio Barranquillita percibieron una llamarada al borde de la quebrada Santa Librada (Usme). El fuego ardía en la esquina de la calle 72 sur con carrera 1ª, en donde escasea el alumbrado público. Horas más tarde, cuando el fuego se había consumido, llegaron agentes del CTI de la Fiscalía y confirmaron que en el lugar había sido incinerada una mujer. Los datos parciales de la entidad señalan que la mujer tendría entre 13 y 17 años. No obstante, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses informó que por el estado del cuerpo aún no se podía determinar la edad de la víctima.

Mientras las autoridades investigan el caso y tratan de establecer la identidad de la víctima, en el barrio corre un rumor que se hace cada vez más fuerte. “Mi amiga apareció quemada”, dice Marylin Hurtado, una joven que vive en el sector y quien asegura que su amiga, Paola Andrea Rodríguez, de 24 años de edad, desapareció el sábado en la noche y que, probablemente, es quien apareció incinerada al borde de la quebrada el domingo en la madrugada. Telefónicamente, la madre de Paola Andrea Rodríguez sólo pudo decir, en medio del llanto: “Quemaron a mi hija, me quemaron a mi hija. Estuvo conmigo en la tarde del sábado y desapareció en la madrugada. Nosotras vivimos a cuadra y media de donde fue el asesinato”. Esta hipótesis, sin embargo, no ha sido avalada por la Fiscalía.

Pero el hecho de que estén desapareciendo personas en el sector preocupa a los habitantes: “En diciembre apareció un señor muerto y por ahí hace seis meses encontramos a un bebé recién nacido en la quebrada. Tengo niñas que tienen que devolverse del colegio y pasar todos los días por la quebrada”, señala Mireya Velásquez, quien vive en el sector hace 15 años. Sin embargo, Velásquez no cree que la mujer que apareció incinerada viviera en el sector: “Cuando aparecen muertos generalmente no son de acá, vienen de otros barrios y los dejan ahí tirados”, señala.
Este hecho es sólo uno de los casos violentos que se han presentado en meses recientes: “Hace poco iban a violar a una niña en esa esquina de la quebrada. Esa zona es muy insegura, nadie responde y la gente tiene miedo de demandar. Ese lote está abandonado hace como siete años, por eso es propenso a atracos y violaciones. Lo de la niña que apareció quemada es nuevo. Antes no se había presentado algo así. La verdad, nosotros ni siquiera hemos podido identificar a los familiares”, dice Andrés Acero, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Barranquillita.

Con respecto a la inseguridad en esta zona, el coronel César Moreno, comandante de la Policía de la localidad de Usme, le dijo a este diario que los actos violentos que se han presentado tienen que ver con “la intolerancia social, el consumo de estupefacientes y alcohol. Ese es el problema generalizado”.

Justo ayer lunes los estudiantes del colegio Orlando Fals Borda (que colinda con la quebrada Santa Librada) estaban de luto por la muerte de un joven de grado 11 que, al parecer, perdió la vida en una riña en una discoteca del sector el sábado pasado. Frente a este caso, la Policía prefirió no pronunciarse.

Otra vecina de la zona (que quiso mantener su nombre en reserva) dijo que a sus nietas, que estudian en el colegio Orlando Fals Borda, las han atracado y “han intentado llevárselas a la quebrada para violarlas”. De acuerdo con esta versión, a Barranquillita “llegan muchachos de otros barrios, ya sea Brasilia, Las Viviendas, el Pedregal, San Juan de Usme o La Aurora, con armas en mano: pistolas o navajas. Cuando iban a atracar a mi nieta tenían un machete”.