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¿Quién defiende a Moreno?

Algunos concejales sostienen que el interés oculto del Ministro de Defensa en atacar a Samuel Moreno son sus aspiraciones políticas, y se muestran unánimes al afirmar que la seguridad en Bogotá es competencia directa del Distrito.

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Carolina Gutiérrez Torres / María Camila Peña
20 de agosto de 2008 - 10:40 p. m.
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“A Juan Manuel Santos le conviene demostrar que la casa le ha quedado grande a Samuel Moreno”. La frase del concejal Carlos Fernando Galán salió limpia, sin dudas, como si el debate de seguridad que ayer en la mañana los cabildantes le hacían a la administración del Distrito fuera un simple decorado. Luego de un silencio profundo, Galán dijo que el fondo del problema era que tanto Moreno como Santos aspiraban a la Presidencia.

“Hay unas aspiraciones políticas de cada uno de ellos y están poniendo esas aspiraciones por encima de la seguridad de Bogotá. Evidentemente el Alcalde es el jefe de Policía, pero al no tener una política de seguridad clara le dio ‘papaya’ al Ministro para que se le metiera en el rancho”.

La carrera entre los dos por llegar con la mejor imagen posible a las próximas elecciones se largó exactamente dos meses atrás, cuando el Ministro de Defensa presidió un consejo de seguridad en la localidad de Suba. En ese momento, Moreno aseguró que le molestó que la reunión no se hubiera reprogramado para que él asistiera porque tenía unos compromisos obligatorios.

 “Pues la verdad, digámoslo sinceramente, esto no fue un consejo de seguridad, porque el mismo Ministro de Defensa, al final, dijo que todas las decisiones en materia de orden público de Bogotá y de todas las ciudades de Colombia, por orden constitucional, las toman los alcaldes, entonces no sé... Hay que preguntarle cuál es el interés”, declaró el mandatario.

Además, agregó que “sería muy grave, y en esto quiero ser clarísimo, tengo un mandato ciudadano, tengo la obligación constitucional y legal de velar por la seguridad de la ciudadanía y no voy a permitir que el tema de la seguridad en Bogotá se vaya a politizar, sería muy grave. Ese es el mensaje, clarito, que quiero dar”. El Ministro no guardó silencio ante las declaraciones de Moreno. Casi instantáneamente respondió: “Si pretenden que el presidente Uribe no tenga acceso a las localidades de Bogotá para hablar con la gente sobre su seguridad, ahí, como dicen, están tacando burro. Eso es contrario a la Constitución y al sentido común”.

Ante la controversia hubo más silencios que palabras por parte de los aliados políticos del Alcalde. Uno de los pocos que le salió al paso a las insinuaciones de Santos fue Fernando Rojas, concejal del Polo Democrático: “Creo que, por un lado, la bancada no debe permitir que se realicen estos encuentros sin que antes hayan sido pactados con Samuel Moreno. Por el otro, y esto es quizá lo más importante, hay que dejar muy en claro que si hay problemas en la capital, también es porque la seguridad democrática de Uribe no ha llegado a Bogotá”.

Indagado sobre el tema, el ex alcalde Antanas Mockus recordaba ayer los actos terroristas que se presentaron en Bogotá el día de la posesión de Uribe como Presidente de la República, el 7 de agosto de 2002. “Cuando sucedió el ataque al sector del Cartucho, el mismo Ministerio del Interior nos dio la venia para tratar el asunto desde la Alcaldía con la Policía Metropolitana. La seguridad de la ciudad es, de acuerdo con las leyes, una responsabilidad del Alcalde, si los problemas no afectan la seguridad nacional. Si se dice de una manera un poco cruda, el Gobierno Nacional tiene suficientes problemas y desafíos como para realizar tareas locales que le competen al Alcalde de la ciudad”.


Las unanimidades con respecto al liderazgo de la seguridad en Bogotá no dejaron a un lado las posibles razones de los cuestionamientos. Desde hace días el rumor a gritos en los pasillos del Concejo, e incluso del Congreso, es que los debates son motivados por razones políticas. Para Carlos Vicente de Roux, del Polo, “hay unos que juegan con la táctica de ser consecuentes y dar consecuentes apoyos al Gobierno y eso les renta. Y otros que juegan según la coyuntura, que pelean, citan a debate político, etc.

Estoy con Samuel Moreno, porque me parece que va a continuar con la línea social de Lucho y me parece prudente la apertura hacia el metro. Por otra parte, no creo que la situación de violencia se haya agravado, me parece que según algunas fuentes hay incremento de algunas situaciones de violencia, pero no creo que sea para debate. En el fondo los políticos lo están acosando a ver qué sacan. Hay, por ejemplo, un malestar profundo de Cambio Radical porque no hubo un acuerdo con ellos. Algo pasó, a mi modo de ver, entre Moreno y Vargas Lleras”.

Su compañero de bancada, Wilson Duarte, afirmó que “detrás de todo esto hay un manejo político del tema de la seguridad, que es algo clave para Bogotá. Hay algunas personas que están emprendiendo campaña, como Juan Manuel Santos, David Luna, Nicolás Uribe y Jairo Clopatofsky. Es a través de la seguridad como quieren agarrar al Polo para no permitirle seguir al frente de la Alcaldía. No es cierto que el Polo no defienda a Samuel, sino que los canales de comunicación están rotos. Debe haber una comunicación óptima entre la bancada y la administración, para así coordinar acciones y políticas”.

En el Concejo, sin embargo, no todos coinciden con esta teoría. Gilma Jiménez, del Partido Liberal, aseguró que: “Me parece mezquina la lectura de una aspiración política del Ministro de Defensa. Él está cumpliendo la función que le corresponde por ley. Es que Bogotá no es una república independiente. Interpretar el problema desde ese ángulo es limitar la institucionalidad del Ministro y, por el contrario, lo que tenemos que hacer es no solamente recibirlo sino exigirle al Gobierno Nacional que se meta cuantas veces sean necesarias a Bogotá para enfrentar la violencia que nos está azotando”.

 El último round del conflicto se vivió el pasado martes, cuando el Ministro no atendió la invitación a un consejo de seguridad realizado en la Alcaldía Mayor a puerta cerrada. Para justificar su ausencia, Santos envió una carta al alcalde Moreno, argumentando que no había asistido porque esa era un reunión habitual de cualquier administración.

En cambio, invitó al Alcalde a un nuevo consejo del “más alto nivel” con la presencia del DAS y otros organismos de seguridad. Y agregó que “nunca tuvimos ninguna discrepancia sobre quién convoca o quién preside, porque siempre mantuvimos la seguridad de los bogotanos por encima de cualquier diferencia de apreciación. Desde que usted se posesionó no hemos tenido ni una sola conversación, ni siquiera por teléfono, sobre temas de seguridad en la ciudad”.

Por Carolina Gutiérrez Torres / María Camila Peña

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