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El Gobierno de Gustavo Petro publicó el decreto mediante el cual se realizan los ajustes al Presupuesto General de la Nación (PGN), luego de que a finales del año pasado se hundiera en el Congreso la ley de financiamiento (reforma tributaria), con la que se buscaban recursos por $12 billones.
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Por ende, con el decreto que se conoció este martes, el Gobierno recortó al presupuesto, teniendo presente que no podrá contar con los $12 billones que estaba buscando vía reforma tributaria.
Bajo esta misma Línea, Bogotá no fue ajena a la medida austera del Gobierno Nacional para tapar el hueco de los $12 billones. Al revisar en detalle el decreto del presupuesto para 2025, se aprecia que la Nación aplazó las transferencias monetarias para tres proyectos, cofinanciados con el Distrito, y que son clave para el futuro de la movilidad en Bogotá.
En concreto, el recorte presupuestal dejó sin recursos para este año, a la primera línea del Metro de Bogotá ($770 mil millones), RegioTram de Occidente ($345 mil millones) y la renovación y ampliación de la Calle 13 ($ 328 mil millones). Vale la pena resaltar que, la financiación de estos tres proyectos, es responsabilidad de la Nación en un 70 %, conforme a los convenios de movilidad que firmó con el Distrito entre 2020 y 2022.
Si bien, tanto la Alcaldía de Bogotá como la Gobernación de Cundinamarca no quisieron emitir ningún tipo de pronunciamiento sobre la medida, todo parece indicar que al menos desde el Distrito ya se esperaba algo semejante.
El pasado 12 de enero, el alcalde Carlos Fernando Galán tuvo una reunión con el presidente Gustavo Petro, en el cual se tocaron temas que iban desde el suministro hídrico de la ciudad, hasta los proyectos cofinanciados entre la Nación y el Distrito.
Sobre este último punto, el mandatario Distrital le pidió al jefe de Estado la revisión de las vigencias futuras para proyectos como el de la calle 13, el cual, debido a algunos problemas licitatorios, ha tenido problemas para llevarse a cabo conforme al itinerario inicial.
Por tal motivo, Galán le sugirió a Petro que se revisaran las vigencias futuras en las cuales se estipularon los recursos que la Nación le transferiría al Distrito hasta 2030. Lo anterior, con el fin de cubrir los retrasos del proyecto y los posibles costos adicionales que se requirieron durante la modificación de pliegos para lograr adjudicarlo.
Esta misma figura podría ser la utilizada por el Distrito para solventar el posible hueco que dejará el recorte presupuestario del Gobierno, y su inherente golpe al financiamiento de estos proyectos. Sobre todo el del Metro de Bogotá, el más avanzado de los tres, y el cual ya cuenta con recursos de la banca internacional y del Distrito, que incluso tuvo que acudir a un nuevo cupo de endeudamiento en el Concejo para cuadrar caja.
De momento, se espera el pronunciamiento oficial tanto de Galán como de Jorge Rey, respecto al futuro de los proyectos y de las consecuencias inmediatas que tendrá el recorte. No obstante, los mandatarios de Bogotá y Cundinamarca no son los únicos que deberán ocuparse en resolver este inconveniente. Otros proyectos de índole nacional, como el acueducto de Cali, el tren de la 80 de Medellín, y la restauración del canal del Dique, también quedaron en veremos y con aplazamientos en el presupuesto nacional.
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Por Redacción Bogotá
