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Recursos de emergencia, bajo lupa del Concejo de Bogotá

Recién se presentó otro plan de rescate económico y en el cabildo se realizará un corte de cuentas a los dineros aprobados en 2020. Algunos concejales critican que el dinero no se haya usado. Distrito asegura que no lo ha hecho porque sigue teniendo caja.

Felipe García Altamar
15 de junio de 2021 - 02:03 a. m.
En noviembre, con 26 votos a favor, se aprobó el cupo de endeudamiento por $11 billones. / Archivo
En noviembre, con 26 votos a favor, se aprobó el cupo de endeudamiento por $11 billones. / Archivo
Foto: Cristian Garavito

Dos situaciones inéditas e impredecibles se le atravesaron al Distrito en su plan de gobierno: una pandemia y un malestar social reflejado en un mes y medio de movilizaciones. Así cambiaron las prioridades de la administración y la llevaron a buscar, desde el año pasado, estrategias para generar más oportunidades y, en general, reactivar la economía de la ciudad. Y como los grandes proyectos y obras se mantuvieron, la solución fue solicitar dinero extra para llevar a cabo los planes de recuperación, sobre todo para jóvenes sin empleo y pequeños y medianos empresarios.

El denominado “Plan Marshall” y un cupo de endeudamiento de casi $11 billones fueron las estrategias de reactivación que planteó el Distrito al Concejo de Bogotá, que terminó aprobándolas bajo la promesa de que habría alivios tributarios a las empresas y un proyecto de rescate social para los más vulnerables. No obstante, tras siete meses, algunos concejales creen que se han incumplido los objetivos.

Más allá de lo que se prometió, la molestia de los cabildantes tiene que ver con el nuevo plan de rescate social, por $1,7 billones, que llevó el Distrito ante el Concejo la semana pasada. Si bien no se trata de un cupo de endeudamiento (aunque se solicitaron $670.000 millones), sino de un reajuste presupuestal, las denuncias tienen que ver con posibles rezagos en la ejecución de recursos de emergencia aprobados. Y ese malestar se hará sentir mañana, en un debate de control político en el que se analizará cómo se ha invertido ese dinero.

Una de las citantes al debate es la concejal Gloria Díaz (Partido Conservador). Según dijo, el tiempo les dio la razón sobre las dudas planteadas en la discusión del Plan de Desarrollo. La cabildante fue una de las encargadas de la ponencia sobre el proyecto y desde ese momento advirtió que las metas no eran acordes con la crisis. “Más de un año después vemos cómo esas metas se ven al parecer desfinanciadas y no presentan mayor avance o están sin cumplir”, indicó.

Díaz planteó su preocupación por los recursos del plan de rescate que serán destinados a Transmilenio (TM). “Nos inquieta que el 56,6 % de la modificación del nuevo plan está destinada a cubrir el creciente déficit de TM por medio del Fondo de Estabilización Tarifaria, volviendo a ‘mezclar peras con manzanas’ y haciendo que el Concejo, por la necesidad de unos recursos, apruebe otros que deberían discutirse en un proyecto independiente”.

Aunque la concejal aseguró que no desconoce la importancia de la financiación del sistema de transporte público, su postura es que no es esta la coyuntura para esa solicitud, algo en lo que coincide Emel Rojas (Colombia Justa Libres), quien denunció que el cupo de endeudamiento aprobado en 2020 tiene un 0 % de ejecución y calificó el plan de rescate social como “un rescate de los operadores”.

“La idea era desarrollar 166 proyectos. Fue buena noticia en su momento, pero en esta crisis y pasados siete meses no ha comenzado ninguno. Se dijo que se generarían 120.000 empleos y no se ha hecho ningún adelanto para el empréstito para obras prioritarias como el Corredor Verde, troncales de TM, colegios y proyectos sociales”, señaló Rojas, quien dijo no entender el afán del Distrito por la aprobación de los recursos.

Otra de las citantes es la concejal Lucía Bastidas (Alianza Verde). A pesar de ser del partido de gobierno, se ha destacado por hacer un férreo control político a la administración, y esta vez no dudó en afirmar que en el nuevo proyecto no ve un rescate social de fondo, y que suena más un proyecto para pedir adiciones presupuestales.

“No han utilizado nada del cupo aprobado en 2020 y uno de los objetivos era la importancia de las obras para generar empleo”, apuntó Bastidas, quien también cuestionó la celeridad en aprobar los recursos. “Solo buscan pasar $1,7 billones a diferentes entidades, pero no se ve una apuesta por generar empleo. Es muy poquito lo que se va a Desarrollo Económico y lo de TM lo defiendo porque es dejar sin transporte a la ciudad, pero no veo una apuesta de rescate social”.

Las primeras críticas sobre el nuevo proyecto se han centrado, además de la destinación a TM, en los giros de renta básica. El objetivo del Distrito es destinar $347.000 millones para aumentar la capacidad de ese programa y así llegar a 950.000 familias vulnerables. No obstante, para concejales como Samir Abisambra (Partido Liberal), también citante del debate, el programa puede ir más allá.

Abisambra resaltó temas como la inversión en educación y manutención de la malla vial local, pero aseguró que el programa de renta básica “hay que revisarlo, porque se puede hacer más si vinculamos a las personas a proyectos productivos, que generen empleo”.

Aunque no quiso adelantar mucho de las respuestas que dará mañana en el debate, el secretario de Hacienda, Juan Mauricio Ramírez, resaltó que gracias al plan de rescate se podrá garantizar una progresividad en la ayuda a los hogares más pobres, es decir, que no todos tendrán el mismo apoyo, sino que será según su grado de vulnerabilidad. Y frente a las denuncias sobre la baja o nula ejecución del dinero aprobado el año pasado, explicó que no se ha usado, porque aún tienen caja y pueden “echar mano” de recursos de la ciudad.

“Si vemos que la caja nos permite poner la plata que habría sido cubierta por cupo de endeudamiento, se pone. Si prevemos que la caja se va a caer o llegar a niveles bajos, somos prudentes y antes de que eso pase salimos a buscar recursos. Uno no puede evaluar la ejecución del cupo viendo si se han contratado créditos o no. No tendría sentido que si tenemos plata en tesorería vayamos a endeudarnos”, explicó Ramírez, quien aseguró que hacia noviembre, cuando se empiece a discutir el presupuesto de 2022, se verá un aumento importante en la ejecución del cupo.

El debate promete estar encendido, pues se espera que varios concejales revelen estas y otras posibles irregularidades con la ejecución de los recursos aprobados y, por tanto, lo vano de llevar una nueva solicitud presupuestal al cabildo. El Distrito, por su parte, explicará la necesidad de haber aprobado el cupo en 2020 y de tramitar con éxito este nuevo plan, con el fin de garantizar alivios a quienes peor la pasaron durante la pandemia. Veremos quién tiene la razón.

Felipe García Altamar

Por Felipe García Altamar

Bogotano. Periodista de Uninpahu. Vinculado a El Espectador desde 2014. fgarcia@elespectador.com

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Cristian(47559)15 de junio de 2021 - 02:45 a. m.
¿Ya se están destapando las cartas? Mientras que Gobierno Nacional y Comité de Paro hacen pulso por ver quién logra controlar la plata y la gente, el Distrito y el Concejo de Bogotá hacen lo mismo; y mientras tanto ¿quiénes pagamos? ¡Exacto! Los jodidos de toda la vida... No solo hay crisis sanitaria y social, sino también de liderazgos. ¡Pobre Colombia, pobre Bogotá!
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