Renovación de buses de Transmilenio: ni en Europa, ni en el Concejo
La renovación de los buses de la primera y segunda fase de Transmilenio ha levantado diferentes reacciones en la Nación y el Distrito. Por un lado, la Procuraduría indagó sobre los estándares internacionales de los nuevos buses. Por otro, el Concejo afirmó que no se le está dando relevancia a las energías limpias.
-Redacción Bogotá - bogota@elespectador.com
Concejales de la comisión accidental de Calidad de Aire en Bogotá alegaron la poca relevancia que se le está dando a la llegada de buses con energías limpias (gas o eléctrica) en la renovación de la flota de las fases I y II de Transmilenio. Por eso, el grupo de 15 cabildantes envió este miércoles una carta a la gerente de la entidad, María Consuelo Araújo.
Los concejales que firman la misiva expresaron preocupaciones sobre la renovación de la flota de buses que circulan en la ciudad desde 2001. En el documento se expresa la intención de los cabildantes para que el proceso de licitación para renovar los buses de las fases I y II de Transmilenio sea modificado y se prioricen las energías limpias, pues de no ser así se recortaría el camino avanzado en la intención de traer buses amigables con el medio ambiente.
Además, la carta cuestiona los términos de la licitación y exige que se prioricen a los proponentes que ofrezcan transporte con energía eléctrica o impulsados a gas. También le pidieron a Araújo que el proceso de licitación sea modificado por cuanto no se reconoce a las energías limpias un lugar preponderante en el proceso.
En la carta se afirma, “vemos con suma preocupación las observaciones que desde diferentes sectores se han realizado y según las cuales los incentivos creados no serían suficientes para que la mayoría, o una parte significativa de la nueva flota utilice tecnologías más limpias y sostenibles como gas y eléctrica”.
En su momento, el Concejo y ambientalistas aplaudieron el aumento de 100 a 400 puntos para incentivar en los oferentes las tecnologías limpias. Sin embargo, aún prevalecen las dudas sobre cómo la nueva flota tendrá un componente amigable con el medio ambiente. Los concejales advierten que, aunque la medida en el aumento de puntos a oferentes con energías limpias fue celebrada, ahora podría ser pasada por alto.
Al llamado de atención de los concejales se suma al de la Procuraduría General, entidad que señaló el martes pasado que las flotas que adquiría Transmilenio no cuentan con tecnología de vanguardia y no podría comercializarse en Europa por carecer de estándares internacionales ya que funcionan con un estándar de emisiones obsoleto.
(Lea: Procuraduría: ‘¿Por qué TM comprará buses que no son permitidos en Europa?’)
Asimismo, la preocupación ocupa un problema de una magnitud aún mayor, pues de acuerdo con el análisis del IDEAM sobre el informe de Calidad del Aire de 2017, Bogotá y Medellín son las ciudades con peor calidad de aire en el país.
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Concejales de la comisión accidental de Calidad de Aire en Bogotá alegaron la poca relevancia que se le está dando a la llegada de buses con energías limpias (gas o eléctrica) en la renovación de la flota de las fases I y II de Transmilenio. Por eso, el grupo de 15 cabildantes envió este miércoles una carta a la gerente de la entidad, María Consuelo Araújo.
Los concejales que firman la misiva expresaron preocupaciones sobre la renovación de la flota de buses que circulan en la ciudad desde 2001. En el documento se expresa la intención de los cabildantes para que el proceso de licitación para renovar los buses de las fases I y II de Transmilenio sea modificado y se prioricen las energías limpias, pues de no ser así se recortaría el camino avanzado en la intención de traer buses amigables con el medio ambiente.
Además, la carta cuestiona los términos de la licitación y exige que se prioricen a los proponentes que ofrezcan transporte con energía eléctrica o impulsados a gas. También le pidieron a Araújo que el proceso de licitación sea modificado por cuanto no se reconoce a las energías limpias un lugar preponderante en el proceso.
En la carta se afirma, “vemos con suma preocupación las observaciones que desde diferentes sectores se han realizado y según las cuales los incentivos creados no serían suficientes para que la mayoría, o una parte significativa de la nueva flota utilice tecnologías más limpias y sostenibles como gas y eléctrica”.
En su momento, el Concejo y ambientalistas aplaudieron el aumento de 100 a 400 puntos para incentivar en los oferentes las tecnologías limpias. Sin embargo, aún prevalecen las dudas sobre cómo la nueva flota tendrá un componente amigable con el medio ambiente. Los concejales advierten que, aunque la medida en el aumento de puntos a oferentes con energías limpias fue celebrada, ahora podría ser pasada por alto.
Al llamado de atención de los concejales se suma al de la Procuraduría General, entidad que señaló el martes pasado que las flotas que adquiría Transmilenio no cuentan con tecnología de vanguardia y no podría comercializarse en Europa por carecer de estándares internacionales ya que funcionan con un estándar de emisiones obsoleto.
(Lea: Procuraduría: ‘¿Por qué TM comprará buses que no son permitidos en Europa?’)
Asimismo, la preocupación ocupa un problema de una magnitud aún mayor, pues de acuerdo con el análisis del IDEAM sobre el informe de Calidad del Aire de 2017, Bogotá y Medellín son las ciudades con peor calidad de aire en el país.
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