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Plantones de trabajadores que reclamaban por el impago de sus salarios y una larga lista de números rojos en los estados financieros, fueron los dos factores que confirmaron la crisis de las subredes de salud en Bogotá desde el año pasado. Desde 2023, la columna vertebral del sistema atravesaba una situación complicada, siendo la subred centro y norte, las más comprometidas.
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Según la Secretaría de Salud, esta subred, como las demás, solo presenta pérdidas. Sus cuentas están en rojo, siendo la de Centro Oriente el caso más preocupante, ya que pierde cerca de $5.000 millones al mes. En general, su índice de pérdidas es del -21,7 %; seguida de la Subred Norte, con -16.3 %; la Sur Occidente, -10,1 %, y Sur, -7,2 %.
Sin embargo, en el caso de la subred norte, parece haber una luz al final del túnel de la crisis financiera. De acuerdo con el último reporte entregado por el Distrito, la Subred Integrada de Servicios de Salud Norte logró, a diciembre de 2024, la disminución de su pérdida operacional en un 67 % con respecto a 2023.
Este indicador, según informó la Secretaría de Salud, vino con la estrategia de fortalecimiento financiero de la Secretaría Distrital de Salud; la toma de decisiones en la contención del gasto; el incremento de la facturación en un 11 % ($53.287millones) y del recaudo en 4.1 % ($23.012 millones).
“En este sentido, evidenciamos que con el uso eficiente de los recursos se puede mantener la prestación de servicios de salud con calidad. Así mismo, el pago oportuno a todos nuestros colaboradores, independiente de su forma de vinculación, y el pago a proveedores, nos ha permitido fortalecer la confianza en la gestión institucional”, aseguró Victoria Eugenia Martínez Puello, gerente de la Subred Integrada de Servicios de Salud Norte.
También se destaca la inversión de $4.680 millones para la intervención de 400 m² que corresponden a ocho salas de cirugías en el Hospital Simón Bolívar, lo que permitió mejorar la respuesta a la programación de cirugía de los pacientes de diferentes especialidades.
Así mismo, con una inversión superior a los $2.103 millones se logró la adecuación del servicio de urgencias pediátricas y puesta en marcha del servicio de imágenes diagnósticas en el Hospital de Engativá, este último con equipos de alta tecnología como lo son tomógrafos, equipo de rayos X básicos, ecógrafos, telecomando, entre otros, dispuestos desde septiembre del año pasado.
Este anuncio viene cinco meses después de una ola masiva de denuncias por parte de trabajadores de la subred. Algunos trabajadores que prestan servicios de salud y especializados denunciaron que aún no les giran sus honorarios de diciembre. De acuerdo con las denuncias conocidas por El Espectador, “hay personas a quienes nos han pagado únicamente el 10% de esos honorarios”, señaló un médico que prefirió reservar su identidad por temor a represalias.
Para los trabajadores esta fue una situación “inconcebible”. “A los especialistas no les pagaron ni un peso. A otros el 25% o 30%. Nos dicen que los pagos empezarán hasta la tercera semana de enero, algo inaudito, y más si pagan chichiguas”, añadió la fuente. “La preocupación es para todos. Fueron cuatro años muy apretados y con fallas presupuestales. Esperamos que esto no siga así”, añadió otro médico afectado.
De tal forma, se espera que con la recuperación financiera de la subred, los trabajadores y especialistas que la conforman, puedan recibir los salarios adeudados mientras, al mismo tiempo, el sistema de salud de la ciudad toma un segundo aire en medio de una coyuntura complicada para este sector, tanto en la capital, como en el país.
Panorama de las subredes
El panorama de las cuatro subredes es complejo. A las deudas atrasadas con la que arrancaron el año, que ascienden a $337.298 millones, las auditorías financieras que adelantó la Contraloría de Bogotá a todo el sistema da cuenta de una serie de posibles fallas administrativas (69 casos), posibles malos manejos, que podrían generar detrimento patrimonial (14), y algunos que podrían dar pie a procesos disciplinarios (37), entre ellos algunos que podrían estar cerca de ser delitos. En este último punto, por ejemplo, se resalta el contrato para la construcción del Centro de Atención Prioritaria en Salud (CAPS) Bravo Páez, en Rafael Uribe Uribe, que está suspendido, afectando a cerca de 132.000 habitantes que esperaban un centro de salud adecuado.
Los casos varían en cada una de las subredes. Sin duda la más golpeada es la Subred Centro Oriente, que opera hospitales y CAPS en seis localidades, incluida la estructura a medio hacer y abandonada del Bravo Páez, que se encuentra en un lío jurídico y se espera pronta resolución.
Según la Secretaría de Salud, esta subred, como las demás, solo presenta pérdidas. Sus cuentas están en rojo, siendo la de Centro Oriente el caso más preocupante, ya que pierde cerca de $5.000 millones al mes. En general, su índice de pérdidas es del -21,7 %; seguida de la Subred Norte, con -16.3 %; la Sur Occidente, -10,1 %, y Sur, -7,2 %.
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Por Redacción Bogotá
