La Corporación Autónoma Regional (CAR), autoridad ambiental de Cundinamarca, dio a conocer en las últimas horas el informe de operativos de alto impacto realizados durante el primer semestre de 2025 en el departamento.
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Señala la entidad que, en el periodo señalado, realizaron 44 acciones contra infractores ambientales. Cabe señalar que estos operativos que realiza la entidad, suelen contar con el apoyo del Ejército, la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC) y la Policía Nacional.
Para el 30 de junio, la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) de la CAR, con el apoyo del Grupo de Caballería Mediano #13 del Ejército, el Grupo de Inteligencia Aérea de la FAC y la Policía, frenaron distintas actividades que afectaban los recursos naturales en varias zonas que se encuentran en el rango de acción de la entidad, que además de Cundinamarca, llega a algunos municipios de Boyacá.
Río Bogotá sigue siendo el ecosistema más afectado
Según las autoridades, de los operativos realizados, el 61% corresponde a actividades que impactaron el recurso suelo, seguidas por daños a fuentes hídricas con un 18%, al recurso aire con un 15% y a la fauna silvestre, con un 4,5%.
De la mano, indicaron que la cuenca alta del río Bogotá y el valle de Ubaté son las regiones más afectadas por malas prácticas ambientales, representadas en:
- Minería ilegal.
- Quemas a cielo abierto para la producción de carbón vegetal.
- Disposición inadecuada de materiales de demolición.
- Construcción y vertimientos de aguas no domésticas sin tratamiento previo.
“En 2024 adelantamos 70 acciones que exigieron una planeación minuciosa y reservada y qué gracias al apoyo y coordinación con la Fuerza Pública nos permitieron poner freno a diferentes actividades como minería ilegal, la ocupación de áreas estratégicas para actividades industriales, agrícolas o pecuarias o la inadecuada disposición de residuos de demolición y construcción”, señaló el director de la CAR, Alfred Ballesteros.
Los procedimientos parten de la denuncia
La mayoría de las labores de seguimiento y control se originan en denuncias y quejas de la propia comunidad, las cuales llegan a través de los canales de atención de las 14 direcciones regionales de la jurisdicción. Las anteriores son analizadas en forma conjunta con la UIGA para identificar aquellos casos de alto impacto y mayor complejidad.
“Los ojos de la comunidad constituyen la primera línea de acción de estos operativos, pues conscientes de las consecuencias sobre su entorno y desde luego sobre su propia salud, son puestos en conocimiento de la CAR para que se tomen medidas efectivas y oportunas”, puntualizó el director.
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