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“Salón de eventos” El Campín: los reparos a nuevos usos del estadio

La celebración de un matrimonio en el escenario el fin de semana revivió el debate sobre la concesión con Sencia. El IDRD habría trasladado inquietudes por ruido y de índole social.

Miguel Ángel Vivas Tróchez

28 de mayo de 2025 - 06:00 p. m.
Sencia rompió el silencio por matrimonio en El Campín:“El estadio es de todos”
Foto: Santa Fe
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Si alguna vez, como amante del fútbol o de lo extravagante, soñó con realizar un evento social y familiar en el estadio El Campín, ahora podrá hacerlo. Al menos así lo aseguran los directivos de Sencia, concesionario que renovará y administrará el escenario durante 30 años. Con ocasión de un matrimonio, que en principio se anunció como un evento religioso, el Coloso de la 57 fue, por una noche, un salón de eventos, lo que indignó a aficionados y opositores de la concesión.

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Sin embargo, festejos como ese serán una realidad en esta etapa del escenario. Mauricio Hoyos, CEO de Sencia, además de aclarar que el matrimonio era parte del evento religioso, ratificó que su visión es “democratizar” el estadio. “Todas las ideas que tengan para que este templo sea la capital del entretenimiento, tráiganlas. Siempre que no interfieran con el fútbol”, declaró.

Hoyos explicó que la empresa elaboró varios paquetes para alquilar el escenario, desde solo el uso de la parte exterior y los baños hasta el empleo de las tribunas, las pantallas, etc. Si bien la declaración generó división, los aspectos más relevantes del debate giraron en torno a las condiciones de la concesión y su compatibilidad con este nuevo ciclo de escenario multipropósito.

Hoy existen dos acciones legales en contra de la concesión: una que espera fallo de segunda instancia y la otra la evalúa un juez. Si bien ambas atacan el aspecto económico desfavorable para el Distrito, según expertos, podrían surgir nuevas causas por el uso del escenario. Estas provendrían de la sociedad civil, ya que el IDRD, dueño del escenario, parece no ver reparos al manejo de Sencia. A la fecha solo ha realizado una observación.

Destinación del estadio

Según Hoyos, la actividad del sábado se apegó a las cláusulas del contrato de concesión, pues no alteró el calendario del torneo de fútbol que la Dimayor socializó con Sencia. No obstante, es de señalar que entre la fecha del anuncio del evento religioso (19 de marzo) y el de la última fecha del torneo regular (el 19 de mayo) pasó un mes. Es decir, cuando se alquiló para el matrimonio, la Dimayor no había definido la última jornada.

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Aunque la prensa especializada daba por sentado que la jornada sería entre viernes y sábado, pensando en los equipos con compromisos internacionales (que deben tener al menos tres días de descanso), este supuesto se rompió y tuvieron un día menos al realizarse la última fecha el domingo. Sobre esto, la Dimayor no ha dicho si en la programación tuvo que ver la disponibilidad del estadio. Tampoco el IDRD, entidad que, según el contrato, puede multar al concesionario en caso de incumplirlo.

En vista de lo anterior, según Daniel Malagón, abogado especialista en derecho administrativo y con conocimiento en asociación público-privada (APP), “los hechos le dan la razón a Sencia, mientras no se demuestre que la jornada del fútbol se movió por un matrimonio”. Aun así, dice que hay otros factores que podrían verse como incumplimiento: la cláusula que señala que la destinación del estadio durante la concesión “será principal y prevalentemente deportiva”.

En caso de presentarse conflicto entre la realización de un evento deportivo y uno recreativo o cultural, prevalecerá el deportivo. Sin perjuicio de lo anterior, el concesionario y el IDRD “acatarán, en todo caso, la programación de las actividades deportivas, recreativas y/o culturales que, con base en la planeación en el estadio, así se tenga aprobada”, se lee en el contrato.

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Para este caso, Malagón sostiene que la interpretación de la palabra perjuicio no solo aplica para posibles conflictos entre las fechas de actividades culturales y deportivas. “El perjuicio también implica que los eventos secundarios, que son los culturales, afecten el correcto desempeño de la actividad primaria: la deportiva. Aquí es donde entran aspectos como la grama y su calidad para soportar un partido de fútbol después de un concierto”, explica. En este punto, los veedores, apostilla Malagón, son exclusivamente los equipos de fútbol y el IDRD.

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Audiencia pública

El malestar de quienes se oponen a la concesión llevó a la intervención de la Personería, que el martes realizó una audiencia pública para escuchar inquietudes sobre la APP El Campín, en la que brillaron por su ausencia los representantes de los clubes capitalinos (Millonarios y Santa Fe). Esto, pese a existir declaraciones sobre la condición de la gramilla y su incidencia en lesiones de jugadores, como lo hizo David González, técnico de Millonarios, tras la lesión del delantero del equipo Leonardo Castro. Dicho esto, aunando este factor con la práctica deportiva, el experto consultado recalcó que la responsabilidad de hacer cumplir el contrato recae en los afectados.

De momento hay dos acciones judiciales por definirse. La acción popular, que radicó un grupo de ciudadanos en cabeza del abogado de la familia Camacho (que donó los predios de El Campín al Distrito), y la que espera fallo en segunda instancia, ya que en la primera falló a favor de Sencia. La segunda es una demanda de la representante a la Cámara por Bogotá, Jeniffer Pedraza, que apenas fue admitida.

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Comentarios parciales del IDRD

El IDRD ha hecho observaciones a Sencia. Su director, Daniel García, dijo, en audiencia con la Personería, que lo hizo frente al uso de pólvora en los ensayos de los conciertos, en atención a la ley contra el ruido, así como los conciertos hasta altas horas de la noche. Para los próximos meses hay ocho conciertos, que deberán tener cuidado con los decibeles, El segundo comentario apuntó al compromiso del concesionario con un grupo de casi 100 personas que trabajan en la zona gastronómica (70 % son adultos mayores), que se quedaron sin la oportunidad de continuar en la actividad, que ejercen hace 35 años. Según las denuncias del sindicato de estos trabajadores, Sencia cambió la empresa dedicada a las ventas y los dejó de lado. Angélica Barrera, vocera de los vendedores, denuncia que “fueron desalojados sin previo aviso”. Frente a esto, García hizo un llamado a Sencia para que atienda estas demandas sociales, conforme a lo estipulado en el contrato.

Las ganancias: un tiro al aire

De acuerdo con lo pactado entre el Distrito y Sencia, la ciudad solo percibirá el 1 % bruto sobre las ganancias que genere el escenario durante los primeros 15 años. En términos netos, sin embargo, ese porcentaje se reduciría al 0,80 % ($280 millones aproximadamente), ya que el IDRD debe asumir la atención de riesgos por el contrato, lo cual corresponde a ese 0,20 % faltante. El propio director de lDRD ha reconocido que “ese porcentaje no compensa ni llega a recuperar el total de aportes que veníamos teniendo”. Lo anterior, dado que el Campín, entre 2021 y 2023, facturó $22.100 millones, ya que obtenía el 12, 5 % por concepto de boletería.

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Sin embargo, el contrato contempla un cambio en las condiciones a partir del año 15 de la concesión, cuando ese 1 % (0.80 %) se transformaría en 23.61 % solo si el concesionario logra consolidar el retorno de inversión en el proyecto. Este punto de equilibrio, sin embargo, solo se alcanzaría a partir del año 24 de la concesión, según estimaciones hechas por analistas financieros. De hecho, solo por la perdida de costo de oportunidad, el Distrito dejaría de percibir una cifra cercana al 60 % del costo total de la APP.

Tanto Sencia como el IDRD esperan con cautela el desarrollo de los trámites judiciales. Sea cual sea el escenario, lo cierto es que las asociaciones público-privadas deberán, para este y próximos casos, fortalecer el componente participativo. Nadie puede negar las ventajas del desarrollo de la infraestructura, como tampoco es justo ocultar las molestias e incluso los inconvenientes sobre la forma en la que son pactadas.

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Por Miguel Ángel Vivas Tróchez

Periodista egresado de la Universidad Externado de Colombia interesado en Economía, política y coyuntura internacional.juvenalurbino97 mvivas@elespectador.com
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