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Una tensa jornada se vivió esta mañana en el Concejo de Bogotá, en medio de la plenaria para discutir la aprobación definitiva del proyecto Parque Hospitalario de Engativá. El acuerdo, que pasó a segundo debate el pasado 6 de septiembre, no pudo ser discutido debido a una recusación sorpresa que apareció en contra del concejal Luis Carlos Leal.
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El impedimento se radicó con base en un posible conflicto de intereses, que podía tener Leal en la aprobación de este proyecto, debido a unos trabajos que habría realizado previamente en el Hospital de Engativá.
Este documento, que luego fue rechazado por la mesa directiva del Concejo por inconsistencias en su remitente, —estaba firmado por un hombre que utilizó la cédula de una mujer— fue el centro de las discusiones porque no había claridad sobre su validez jurídica.
No es la primera que una recusación impide el avance de un proyecto en el Concejo. Las más recordadas, son las que se radicaron en medio de la elección del contralor en 2022, y las que se emplearon de manera reiterativa para obstaculizar las discusiones sobre el Plan de Ordenamiento Territorial, en 2021.
Dado lo anterior, el debate sobre el hospital pasó a un segundo plano. En medio de declaraciones de impedimento que los miembros de la mesa directiva usaron para desmarcarse de la recusación, y de los retiros masivos de las bancadas que alegaban falta de garantías, el cuórum requerido para la plenaria se rompió. De esta manera, la plenaria se suspendió y se aplazó para mañana.
La clave del debate: ¿Qué tan conveniente es invertir casi 1 billón de pesos en el proyecto?
Una de las frases más repetidas por los cabildantes en las discusiones sobre este proyecto es la de “yo no estoy en contra de la construcción de más hospitales”. Tanto en los contradictores del acuerdo, como en quienes lo favorecen, este mantra ha sido el más recurrente para comenzar la explicación de los respectivos argumentos, tanto a favor, como en contra.
Aunque la premisa común, sobre todo después de la pandemia, es que la ciudad necesita fortalecer su red hospitalaria, la fuerte inversión que requiere el proyecto —$904.271.892.394 millones aproximadamente—, además de las vigencias futuras, que atarían a la próxima administración, son los puntos más críticos que alimentan el disenso.
En este sentido, el concejal Jorge Luis Colmenares, coordinador ponente del acuerdo, le contó a El Espectador que el proyecto es clave para suplir las necesidades sanitarias en Bogotá. “Primero, porque va a mejorar el diseño de una estructura sólida para solventar las necesidades de salud. También es importante porque se van a tener equipos industriales y un servicio integral”, contó el Concejal, quien añadió la inconformidad que, según él, han expresado varios bogotanos sobre el colapso de la subred norte, en cuya jurisdicción sería construido este centro médico.
Otro punto crucial del proyecto, contó el concejal, es su importancia en la integración regional entre Bogotá y Cundinamarca. Las instalaciones del Parque Hospitalario de Engativa, según su ficha en el banco de proyectos de la Secretaría de Planeación, están dirigidas a la atención de los bogotanos residentes de la calle 80 y de los municipios aledaños cercanos a la misma, como Funza, Cota y Mosquera. “Va a generar esa descongestión que hay actualmente en los servicios de salud en Bogotá y Cundinamarca”.
Finalmente, Colmenares reiteró que, a pesar de que el proyecto vaya a ser construido a través de una alianza público - privada (APP) lo único que se va a concesionar en el marco de su elaboración son las obras, más no la atención y operación de lugar, que seguiría a cargo del distrito. Dicha respuesta, se da frente a los cuestionamientos de algunos concejales, respecto a la presunta naturaleza privatizadora de este proyecto.
Por otro lado, aparecen las voces disonantes a la iniciativa. Entre ellas, destaca la de la concejal María Victoria Vargas. La cabildante, que fue quien dio apertura al fallido debate de plenaria, tiene serias dudas sobre el dinero que se invertirá en el proyecto. Mientras que Colmenares cree que el problema de oferta en servicios de salud se enfoca en el norte, Vargas cita unos estudios que demuestran lo contrario.
“Me parece que no se están teniendo en cuenta unos estudios que hizo la administración pasada, los cuales costaron como $30.000 millones, y en los que se demostró que el problema de oferta está concentrado en las subredes del sur y el occidente. Estos estudios demuestran que hay una mayor demanda en estas zonas, entonces yo pregunto por qué se va a hacer lo contrario”, declaró Vargas a este diario.
De igual forma, Vargas sostiene que la inversión a otros hospitales, como el Simón Bolívar, están priorizadas por ese mismo estudio. “Los estudios demostraron problemas en su consistencia —es muy viejo—, frente a la importancia y reconocimiento que tiene este hospital. Aquí es donde yo no entiendo por qué esos recursos más bien no se destinan a mejorar esta clase de centros de salud”.
Ya en el punto del financiamiento, el más controversial del debate, la concejal reiteró que hay varios hospitales que denuncian problemas para atender a los pacientes, debido a fallas presupuestales que les impiden renovar su equipo. Además, Vargas no entiende como la obra del hospital de Bosa, que se construyó desde ceros a través de una APP, está costando menos que lo proyectado para el nuevo centro médico de Engativá, que se construirá a partir de una estructura ya existente.
Curiosamente, ambos concejales concuerdan en que el punto débil del proyecto, también reside en su necesidad de vigencias futuras. Con esta figura, en caso de ser aprobada en plenaria, se comprometerían los recursos del Fondo Financiero Distrital de la Salud para los próximos 4 años. Esto implica, necesariamente, que la próxima administración se vea obligada a priorizar la construcción de este proyecto, en contra vía de otras iniciativas que puedan tener estipuladas en sus respectivos programas de gobierno.
Un proyecto ambicioso, y que apunta a Bogotá Región
El Gran Parque Hospitalario de Engativá, un proyecto planteado desde la Administración Distrital para ser construido en la calle 80.
El centro asistencial contará con la capacidad de 229 camas distribuidas en un área total de 32.268 m2, y podrá atender urgencias médicas, cuidado de patologías de alta complejidad como las enfermedades cardiocerebrovasculares, entre otras. Se espera que 2.493.271 de personas residentes de las localidades de Usaquén, Chapinero, Suba, Barrios Unidos, Teusaquillo y Engativá, así como los municipios cercanos a Bogotá, se beneficien del proyecto.
El Secretario de Salud, Alejandro Gómez López, argumentó que la idea principal del proyecto es la de fortalecer los servicios hospitalarios de este sector, que actualmente solo cuenta con el Hospital de Engativá, que fue construido hace 25 años. El alto crecimiento urbano de la localidad, dice el funcionario, hace que la construcción de otro centro asistencial sea necesaria.
De acuerdo con las previsiones del Distrito, la obra tendría una etapa de construcción que se ejecutaría entre 2024 y 2027; luego, tendría una fase de operación y mantenimiento que finalizaría en 2033.
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