Que Paulo Laserna declinó definitivamente en su aspiración a la Alcaldía de Bogotá, dijeron el martes en la noche varios medios de comunicación. Pero la verdad, lo único que le dijo al Partido Conservador —que le había abierto la puerta para que fuera su candidato— fue que le agradecía la invitación pero no la aceptaba porque prefería explorar otros caminos. Ahora, que esos caminos conduzcan o no a una candidatura, eso no lo sabe él todavía. Lo que tiene claro Laserna es que quien quiera ser alcalde debe convocar a varias fuerzas políticas a su alrededor, porque los intereses de la ciudad están por encima de los partidos.
¿Por qué no aceptó ser el candidato del conservatismo?
Porque creo que la ciudad necesita un movimiento más amplio, un consenso de grupos políticos que se casen por la ciudad y no que estén peleando de acuerdo con las instrucciones de sus jefes nacionales.
¿Una alianza en torno a un solo candidato?
Sí, todos los partidos tienen unos jefes en la política nacional y quien salga elegido como alcalde tiene que hacerlo con un equipo comprometido a apoyar un plan de gobierno para todos. El Concejo debe hacer un esfuerzo de propiciar una gobernabilidad institucional y eso no lo puede hacer un candidato de partido.
¿Y usted cree que podría agrupar esas fuerzas?
Ojalá, todavía no lo sé, pero de lo que estoy convencido es que un candidato de partido está muerto, porque va a ser satanizado por los otros grupos que están comprometidos con la política nacional.
¿Y qué propone para lograr esa gran alianza?
Independientemente de quién sea la persona, yo propongo algo como el Frente Nacional, que iría mucho más allá de liberales y conservadores. Hay que ponerse de acuerdo en lo fundamental, la ciudad no puede seguir en la politiquería. Yo soy hijo del Frente Nacional y entendí que, con todos sus defectos, si no había una pausa para dejar de matarnos este país no era viable y eso es lo que siento que hay en Bogotá. Aquí la política nacional ha logrado contaminar la política local. Esto no puede ser un trabajo de partido político, hay que buscar una cruzada de Unidad Nacional para atender los problemas de Bogotá, que son urgentes.
O sea que, por ahora, no ve el candidato que necesita Bogotá...
Falta que los candidatos logren hacer unos consensos. Por eso insisto en lo de la unidad, que se dé la gobernabilidad pero, eso sí, que no sea con cuotas.
¿De qué depende que usted se lance o no?
La estrategia de firmas es muy costosa y no tengo ni infraestructura política ni económica para eso. Quiero estar por encima de compromisos ajenos a mis convicciones. En este momento es una decisión completamente personal.
¿Será que el Gobierno va a tener candidato propio?
No creo que el presidente vaya a nombrar al próximo alcalde de Bogotá, pero sí creo que puede facilitar un diálogo entre grupos. Imagínese que gane un candidato antisantista, ¿cómo funcionaría la ciudad si en temas como seguridad, movilidad y políticas sociales dependemos del Gobierno? Ya ensayamos alcaldes de diferentes grupos y mire lo que pasó.
¿Le está haciendo daño a la campaña la intromisión del expresidente Uribe?
Aquí lo que hay es ‘uribización’ o ‘desuribización’ y eso es lo que está haciendo daño. Alrededor de la elección se está dando una radicalización derivada de la política nacional y no de los problemas de la ciudad, que deberían ser la prioridad.
¿Será que Uribe se lanza?
Es una posibilidad. Yo le pregunté a Juan Lozano y me dijo que no podía asegurarme que no lo hiciera. Todavía no se sabe si los candidatos más favorecidos, Mockus y Uribe, van o no van.
¿Su propuesta de convergencia perdería vigencia si Uribe se lanza?
Pase lo que pase, la ciudad está por encima. Los problemas de Bogotá no son uribistas o antiuribistas.
Y con sus planes de una gran convergencia, ¿no es un error haberles dicho que no a los conservadores?
Le insisto en que esto no puede ser sólo conservador. Mire que Peñalosa está viendo cómo ganarse el apoyo de Uribe, pero no deja al Partido Verde para no perder su apoyo, aunque nadie le garantiza que la U lo respalde, que Uribe no se lance o que los verdes no se vayan con Mockus.
¿No será que usted no se lanza porque todavía no sabe si Uribe será candidato y porque con un partido es muy difícil ganar?
Es que ganar no es el tema, el tema es gobernar. Por eso Santos tiene a sus opositores a su lado.
¿Estaría dispuesto a respaldar otra candidatura?
Yo votaré por el mejor candidato, pero no creo en la transferencia de votos. No creo tener una militancia, ni en el ‘lasernismo’.
¿Cuándo define algo?
Pronto definiré si soy o no un candidato por firmas, pero el tema es que más allá de ganar tenga con quien gobernar. El acuerdo del que hablo tiene que estar propiciado, en parte, por el Gobierno, porque lo que se está jugando es un tema de decisiones administrativas muy grandes.
Queda la sensación de que usted tiene un plan B...
Mi plan A es ser periodista. Una época estuve en la política, pero después me fui al periodismo y no volví. A mí me trajeron los conservadores y hoy creo que la ciudad necesita un cambio en la forma de ver la política.