Para tener en marcha todos los programas y las obras en una ciudad como Bogotá es clave contar, no solo con el compromiso de los contribuyentes, sino con la gestión de alguien que logre estructurar un presupuesto sólido. Y la encargada de esta tarea en la administración de Carlos Fernando Galán es la economista Ana María Cadena, al frente de la Secretaría de Hacienda, quien resalta que los recursos públicos se deben manejar con austeridad, eficiencia y transparencia. Así están las finanzas de la ciudad.
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Este viernes vence el plazo para pagar el impuesto predial ¿Cuánto esperan recaudar este año?
La meta es $5,1 billones. A la fecha llevamos casi $4,3 billones. En 2024 recaudamos, $4,7 billones.
¿Hay muchos morosos de impuestos?
En diciembre de 2023 había una cartera de $12,7 billones y en 2024 cerró en $12,2 billones. Esto es clave, porque garantizamos a los contribuyentes que sí pagan, que también estamos trayendo esos recursos, de quienes no pagan, con intereses y sanciones.
¿Cómo buscan a esos morosos?
Hace poco enviamos 600.000 mensajes, entre correos y WhatsApp, a 157.000 contribuyentes con deudas vigentes, entre 2011 y 2024. De la cartera total ($12,2 billones) el 60% es por predial; el 25%, por Industria y Comercio (ICA), y el 10% por vehículos.
¿Flexibilizan los pagos a los morosos?
Ofrecemos alternativas para facilitarles el pago. Antes se requería un 30% como cuota inicial para un acuerdo, ahora es del 10%. Y para el pago oportuno, aumentamos los puntos de atención; facilitamos la autoatención en la página web, que es la mejor alternativa, y este año iniciamos con la estrategia ‘Feria a tu barrio’, que esta semana está en Bosa y la próxima en Suba. Dos localidades que tienen un aporte importante en materia de predial.
¿En qué localidades hay dificultades para ese recaudo?
Hay localidades rezagadas como Ciudad Bolívar, Sumapaz, San Cristóbal y Usme. Pero, insisto, la cultura tributaria de Bogotá es buena y el hecho de que el predial sea el que más pesa en la cartera tiene más que ver con que es un impuesto que se factura y no que sea difícil su cobro.
¿Sí tiene acogida el pago del aporte voluntario, que sugieren en la factura del predial?
Más de 19.500 personas a la fecha han querido voluntariamente poner un 10% adicional en el pago de los de impuestos. Para nosotros es un mensaje claro de confianza, pero también de absoluta responsabilidad y transparencia. Son recursos que estamos destinando a cámaras de seguridad, motos para nuestra Policía, la infraestructura de seguridad en los barrios, entre otros.
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Las firmas S&P y Moody’s, bajaron la calificación crediticia de Colombia por déficit fiscal. ¿Eso afecta Bogotá?
A nivel internacional, nuestro techo es la calificación de la Nación, entonces sí afecta. Pero tenemos la mejor calificación local (triple A), por tres elementos: pese a que Bogotá ha incrementado su deuda, tenemos capacidad de pago adecuada; hay capacidad de generar ingresos propios, y no dependemos en gran medida de las transferencias de la Nación.
Para aumentar recursos, plantearon un impuesto al alumbrado público, que se cayó, ¿Hay otras estrategias?
Varias alcaldías han intentado crear ese impuesto en Bogotá, que hoy tienen la mayoría de municipios. Creemos que es necesario fortalecer los ingresos propios, para enfrentar necesidades de inversiones futuras y garantizar recursos para continuar grandes obras. Así que siempre será una opción buscar esas alternativas.
¿Insistirán en esa propuesta?
El plan de desarrollo nos indica que debemos llevar al Concejo una propuesta de reestructuración tarifaria tributaria. En ese contexto, se creó una comisión de expertos, que desde septiembre del 2024 hasta junio discutió propuestas para Bogotá y el alumbrado público es una de las que quedaron ahí.
¿Y qué otras propuestas tienen?
Estamos a la espera del informe definitivo de la Comisión.
¿Hay recursos para las grandes obras que se construyen en la ciudad?
Sí, las grandes obras están financiadas y quiero hacer una aclaración: los aportes de la Nación y el Distrito a obras como el Metro, lo que permiten es estructurar financieramente los proyectos y no determinan el ritmo de los trabajos. Me explico, la Primera Línea del Metro, tanto la Nación como el Distrito, harán sus aportes hasta 2040, pero la obra terminará en 2028. Lo que hizo la Empresa Metro fue buscar un crédito, para anticipar los recursos, que se pagará con los aportes garantizados, tanto en el presupuesto distrital como en el nacional.
¿A dónde se van los impuestos?
Del presupuesto de Bogotá, más del 30% va a educación y salud; el 22% a infraestructura vial y movilidad, y un 11% es para que la administración pueda funcionar. Tenemos también un componente importante de atención a personas en situación de pobreza, adulto mayor, primera infancia. Igualmente, esta administración ha sido ambiciosa con el proyecto de más de 1 billón de pesos para que 65.000 hogares tengan subsidios de vivienda nueva o mejoramiento; inversiones en acción climática, y por supuesto, seguridad y espacio público, que son determinantes para los propósitos del Plan de Desarrollo.
¿Cuál será el presupuesto para 2026?
Aún no está definido. Es un proceso que debemos llevar en noviembre al Concejo, así que en este momento estamos ejecutando el presupuesto 2025 y empezaremos el proceso de programación presupuestal entre septiembre y octubre.
¿Y cómo vamos con la meta de cumplir el presupuesto este año?
El presupuesto de 2025 es de $38,4 billones. A la fecha llevamos casi la mitad del presupuesto comprometido, es decir, hay contratos asociados a ese presupuesto y hemos hecho pagos efectivos de más de $12 billones, es decir, más del 32% del presupuesto. Además, de ese presupuesto total, el 81% ($31,3 billones) corresponden a inversión pública.
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¿Qué tan endeuda está la ciudad?
En este momento Bogotá tiene una deuda de $10,5 billones, que corresponde al 2,3% del PIB de la ciudad. Es decir, una deuda moderada, que nos da absoluta tranquilidad. Como mencionaba, nuestros indicadores de capacidad de pago y de sostenibilidad de la deuda están por debajo de lo que la ley permite. En el caso de capacidad de pago, la ley permite hasta un 60% y el nuestro es del 7%. Y en sostenibilidad permite ir hasta un indicador del 100% y estamos en el 50%, así que es una deuda sostenible, responsable y que nos permite hacer inversiones que son importantes para la ciudad en términos de infraestructura social y de movilidad.
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Por María Angélica García Puerto
