Que el Secretario de Planeación Andrés Ortiz Gómez, su esposa y su cuñada tengan propiedades en la Reserva Thomas Van der Hammen (que suman casi 3.000 metros cuadrados) y que la empresa que fundó (Contexto Urbano) trabaje para grandes firmas que podrían tener intereses en urbanizarla, por ahora no es impedimento para que el funcionario intervenga en trámites relacionados con la zona de protección.
Así lo indicó el alcalde Enrique Peñalosa, quien luego de analizar con su equipo jurídico el impedimento que expuso el propio secretario (por ser propietario de un inmueble en la zona hace 30 años), determinó que no hay conflicto de intereses, ya que el Distrito no adelanta actualmente ninguna actuación administrativa sobre la Van der Hammen.
“Sobre la Reserva lo que existe es una iniciativa, respecto de lo cual no se tiene decisión alguna para dar inicio a un trámite que determine su intervención, razón por la cual, actualmente la Secretaría de Planeación no adelanta actuaciones administrativas frente a estudios y decisiones con relación a la expansión de Bogotá hacia dicha zona”, señala el concepto.
Según concluyó el equipo jurídico del alcalde, será el secretario quien tendrá que evaluar la existencia de alguna causal de impedimento en el momento que se adelante una actuación administrativa en la que deba sustanciar, investigar, practicar pruebas o tomar decisiones en relación con la reserva.
Desde que se encendió la polémica sobre el conflicto de intereses que podría tener el secretario frente a la Reserva, el propio Ortiz le ha salido al paso argumentando que vivió con su familia en la casa número 26 de la parcelación La Lomita, ubicada en el extremo norte del Cerro La Conejera desde 1993 hasta el año 2011. Esta parcelación campestre está compuesta por 32 lotes y se inició hace cerca de 50 años. La casa donde vivió cuando estaba recién casado fue construida hace 23 años. Según él, muchos tiempo antes de que fuera la CAR, en 2011, regulara la reserva.
“Cuando se declaró la reserva, la parcelación La Lomita fue definida y delimitada como asentamiento preexistente. La casa que es de propiedad de mi señora y mía y que desde que nos vivimos vivir más cerca del centro de Bogotá está arrendada, ocupa el lote 26 de la parcelación. El lote tiene que un área de 2.000 metros cuadrados que equivale al 0,0001% del área de la Reserva que tiene 13’960.000 metros cuadrados.”, señaló Ortiz en su momento.
En Procuraduría
Mientras el alcalde ya emitió su concepto, en la Procuraduría hay una recusación radicada por el concejal Hollman Morris, que busca que el Ministerio Público establezca sí hay o no conflicto de intereses. El cabildante de Progresistas sostiene que el funcionario, al ser propietario en la Van der Hammen, está “impedido para participar en el debate de regulación, gestión, control o decisión sobre la zona, en tanto se configura un conflicto de intereses directo, que impide garantizar la transparencia, objetividad e independencia del Secretario de Planeación”.
Pero las peticiones del cabildante no paran ahí. Morris solicitó que se investigue al secretario Ortiz para establecer si incurrió en faltas disciplinarias por no haberse marginado del debate sobre la Van der Hammen desde el momento en que se posesionó, ya que su posible impedimento lo expuso apenas a comienzos de marzo, es decir, casi tres meses después de su posesión. Además, pide que se estudie si tiene otros impedimentos por el trabajo de su firma Contexto Urbano, que se dedica al diseño urbanístico.
Precisamente, El Espectador reveló que dos clientes de Contexto Urbano tienen predios en la reserva. Se trata de Colpatria y Arquitectura y Concreto, esta última cuenta con dos predios que suman casi 60 hectáreas, lo que la convierte en unas de las grandes propietarias en la zona de protección. Así que, pese a la decisión del alcalde, la posible inhabilidad Ortiz es una discusión que no se ha cerrado.