Semana de la bici en Bogotá: más allá del auge, el reto es garantizar la seguridad

Esta semana, entre el 23 y el 29 de septiembre, la Secretaría distrital de Movilidad celebrará, por decimoséptima vez, la Semana de la Bicicleta, un evento pensado para elogiar y poner en contexto el auge de la bicicleta en la ciudad y las dinámicas de los biciusuarios a través de una nutrida agenda que incluye actividades pedagógicas, bicirecorridos por varias localidades y puntos de interés turístico, además de jornadas pedagógicas y de sensibilización y la normativa y el comportamiento en la vía. La seguridad, el ‘talón de Aquiles’.

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La importancia de esta celebración recae en el fenómeno, cada vez más palpable, de la cultura de la bicicleta en la ciudad y del deseo de que la capital se convierta en la capital de la bici. Según la encuesta de movilidad 2023, que realiza la secretaría de Movilidad cada cuatro años, con el fin de recopilar datos sobre las maneras en que las personas residentes en Bogotá y 20 municipios aledaños se movilizan a diario. En el caso de Bogotá, la encuesta tiene en cuenta los datos de movilidad de 7.5 millones de personas residentes en la ciudad. La bicicleta es el cuarto modo de transporte más usado en la ciudad. Según la encuesta, la ciudad registra más de 12,1 millones de viajes al día, de los cuales más de 8,44 millones se hacen a pie, en transporte público o en bicicleta.

En total, la encuesta señala que en la ciudad hay 1.135.298 bicicletas, de las cuales el 93 % (1.336.089) son bicicletas convencionales, es decir, sin motor u otro artefacto que propicie la propulsión mecánica, seguido de bicicletas para niños (5,35%), bicicletas con motor eléctrico (0,89%) y bicicletas con motor de gasolina (0,17%).

En ese sentido, las localidades que más cantidad de bicicletas registran son: Suba (220.522), Kennedy (208.246), Bosa (163.842) y Engativá (150.710), que corresponde al 65,47 % del total de la ciudad; de otra parte, con menor número de bicicletas, se encuentran las localidades de: Los Mártires (8.338), La Candelaria (575) y Sumapaz (21), las cuales representan el 0,79 % del total.

La incidencia de la bicicleta, impulsada en gran parte por el caos vial que a diario se vive en Bogotá, ha sido tal que Bogotá es considerada como la Capital Mundial de la bicicleta. Los 630 kilómetros de carriles para bicicletas, 80 de los cuales se implementaron en los últimos años. La ciclorruta de la carrera Séptima, por ejemplo, una de las más frecuentadas en la ciudad, se extiende en línea recta por 17,7 kilómetros, desde la calle 22 sur, en la localidad de San Cristóbal, hasta la calle 106, en la localidad de Usaquén.

Pese a que la cifra de kilómetros está por debajo de la que se planteó la anterior administración, que pensaba llegar a 800 kilómetros, la infraestructura para este medio de transporte no deja de ser la mejor del país y una de las 20 mejores del mundo, tal y como lo planteó el Copenhagenize Index de 2019.

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Seguridad, el círculo vicioso que hay que resolver

Edwin Plazas es un usuario cotidiano de los 630 kilómetros de ciclorruta en la ciudad. Actualmente, por su ubicación, a diario pedalea un tramo corto entre su casa, en el barrio Restrepo, hasta su lugar de trabajo, en el sector del Ricaurte. Pese a que el viaje cotidiano para él representa un espacio de tranquilidad alejado del trajín del transporte público, sostiene que la seguridad es la principal dificultad que a diario encuentra.

“Para que Bogotá sea de verdad la capital de la bicicleta, los que la usamos a diario como medio de transporte, sabemos que sin seguridad esa realidad todavía es lejana. Yo soy de Boyacá, llevo viviendo en la ciudad cerca de 10 años y en ese tiempo, desde que llegué la bici ha sido, además de mi medio de transporte, la herramienta para conocer la ciudad. Y sí: la ciclorruta son un gran ejemplo de cómo una ciudad puede planearse alrededor de la bici, sin embargo, insisto, sin la seguridad necesaria, es difícil que se potencialice como se quisiera”.

A Edwin le han robado tres veces la bicicleta, dos veces en zonas de ciclovía y una en su casa, cuando apartamenteros se le metieron a la casa. “La primera vez me pasó hace unos cinco años en Engativá, en un sector aledaño al humedal Jaboque, en donde vivía por esa época. Iba pedaleando tipo cuatro de la tarde cuando me salieron tipos, que también iban en bici, con cuchillos y me robaron todo lo que llevaba. La otra vez fue hace menos de un año, en la zona de ciclorruta de la carrera 30, a la altura de la estación Av. El Dorado. En esa ocasión me salieron cinco tipos que estaba cerca al puente peatonal que conecta a la estación de Transmilenio, todos con cuchillos, y me robaron todo lo que llevaba. En todos los casos puse el denuncio, pero no se logró nada. Sigo esperando a ver si tal vez aparece mi bici por ahí en alguna de las redadas que hace la policía en los sitios donde las venden o las desarman”, señal.

Pese a que como la de Edwin, la percepción del grueso de biciusuarios en la ciudad es negativa, la Secretaría de Seguridad reportó que, con corte en agosto, se presentó una disminución del 34 % de los casos de robo de bicicletas en la ciudad, cifra que equivale a 1.600 eventos menos que la misma cifra del 2023.

Las autoridades explican esta reducción por la incidencia de varias estrategias pensadas para mitigar los índices de hurtos a biciusuarios, entre las que se destacan el incremento de controles tanto en las calles como en los establecimientos de venta de bicicletas, la creación de un grupo especializado de la policía destinado a custodiar los puntos críticos de inseguridad de la ciclovía, el fomento de la participación ciudadana para denunciar los robos, y la promoción del programa Registro Bici, que busca crear una base de datos que tenga la información tanto de los vehículos como de los propietarios para, entre otras cosas, poder agilizar las denuncias y, en caso de encontrar bicicletas hurtadas, poder devolverla a sus dueños.

De hecho, según la Secretaría de Seguridad, este año, con corte en el 20 de septiembre, se reportaron 241 capturas por hurto de bicicletas, todas estas capturadas, logradas a través de la plataforma Registro Bici. Cuando los usuarios reportan que su bicicleta fue hurtada, en la base de datos de la plataforma queda el registro y, luego, cuando las autoridades realizan operativos de recuperación o se encuentran en los registros en calle alguna bicicleta reportada en la plataforma, proceden con la inmovilización del vehículo, la captura de la persona que la tiene en su poder, y finalmente, la devolución del vehículo.

“Entre enero y agosto de 2024 en Bogotá se reportaron 3.900 hurtos de bicicletas, cifra que, a pesar de ser menor a la del año pasado, sin duda marca el camino que hay que seguir: redoblar los esfuerzos. Sin embargo, es necesario mencionar que la percepción, así se reduzcan los índices, es otra. Pero, si revisamos a nivel global, la ciudad va por buen camino. De acuerdo con los reportes de la Policía Metropolitana de Londres, entre enero y agosto de 2024 en la ciudad se han reportado 10.573 robos de bicicletas, un poco más del doble que en Bogotá. Eso sí, las modalidades son diferentes”, señaló, en diálogo con El Espectador, Juan Diego Castro, anterior sheriff de la bici en Bogotá y experto en seguridad y movilidad

Para mitigar la inseguridad de biciusuarios, la administración de Claudia López implementó la estrategia En bici nos cuidamos, que busca mitigar los índices de inseguridad a través de cuatro ejes: jornadas presenciales de Registro Bici, implementación de rutas seguras, control y fortalecimiento en la investigación judicial y participación ciudadana.

Con la implementación de la estrategia se lograron establecer las principales modalidades de hurto. Señala Castro que son:

• Por oportunidad

Cuando un ciclista deja la bicicleta en espacio público, descuidada, sin candado o con un candado deficiente (guaya). Para evitar esta modalidad de hurto recomendamos parquear en ciclo parqueaderos, siempre usar un candado de alta seguridad, como un candado en U. Es la modalidad de hurto más prevenible.

• Hurto por atraco

Esta modalidad implica amenaza o intimidación, utilización de armas o uso de violencia. Desde el sector seguridad priorizamos el trabajo de prevención y reducción de esta modalidad. Es por eso importante que se trabaje en concientizar a la comunidad ciclista para que eviten el hurto por oportunidad, para que nuestros policías puedan permanecer en la calle, disuadiendo y reaccionando ante un hurto.

• Hurto por engaño

También conocida como la Milenaria. El delincuente se gana la confianza del ciclista, pretendiendo ser otro ciclista o un mecánico de bicis. La víctima accede voluntariamente a prestar la bicicleta, y el delincuente escapa con la bicicleta. No hay violencia.

• Hurto en establecimiento

Cuando un ciclista parquea en un ciclo parqueadero, con seguridad, con candado, y aun así le hurtan la bicicleta. También cuando delincuentes ingresan a un establecimiento de comercio de bicicletas.

La “cultura bici” en la ciudad avanza, pedaleada tras pedaleada. En septiembre del año pasado, el uso de la bicicleta, por su influencia y uso en la ciudad, se declaró como Patrimonio Inmaterial de Bogotá. Lo simbólico del acto, más allá de cualquier consideración política, permite pensar que la ruta que busca consolidar a la ciudad como la capital mundial de la bicicleta continúa su derrotero con cada vez más adeptos.

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