A una semana del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, en el que un menor de 15 años le disparó durante un acto político en el barrio Modelia, en Fontibón, la investigación ha dado frutos y poco a poco se han ido destapando detalles que dan cuenta del plan que buscaba terminar con la vida del senador de 39 años.
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En contexto: Estado de salud de Miguel Uribe: “Leve disminución de su presión intracraneana”
De acuerdo con el séptimo parte médico de la Fundación Santa Fe, publicado la mañana del viernes 13 de junio, el senador Miguel Uribe presenta leves mejorías, pero su estado sigue siendo crítico. “Muestra una leve disminución de su presión intracraneana, con valores de perfusión cerebral con tendencia a la estabilidad”, se lee en el comunicado emitido por el centro médico.
Por otro lado, el autor material del crimen, de 15 años, fue capturado en flagrancia minutos después del atentado mientras intentaba escapar y, una semana después, aún continúa en el centro médico al que fue trasladado tras su captura.
Además, Carlos Eduardo Mora, señalado de planear el crimen contra el senador, fue imputado por los delitos de tentativa de homicidio agravado, porte ilegal de armas y uso de menores de edad en la comisión de delitos, cargos que no fueron aceptados por el presunto responsable. Según las pesquisas del ente investigador, la supuesta participación de Mora González habría sido en calidad de coautor, por ello, un juez de control de garantías autorizó medida de aseguramiento en su contra.
El concejal Andrés Barrios, amigo personal del senador Uribe desde hace más de diez años, quien lo acompañaba en el momento del ataque y que incluso intervino minutos antes en la misma tarima, habló con El Espectador sobre el desarrollo de la investigación, lo que significa el atentado para el grueso de la población de la capital, de lo que viene en materia de seguridad y del rifirrafe con la UNP por su esquema de seguridad.
¿Cómo recibe las últimas noticias de la imputación de cargos contra el presunto coautor del atentado contra Miguel Uribe?
Lo primero, es que para mí fue sorprendente que, a través de los medios de comunicación, se empezaran a conocer primero los videos y las imágenes, y el recuento de los hechos, mucho más rápido que en la propia Fiscalía, entendiendo los tiempos de investigación de la entidad. Es algo propio de la era tecnológica en la que vivimos, pero no deja de sorprender el alcance de todo ese cúmulo de información.
Dicho eso, lo más importante con estos nuevos resultados, es que se nota, tal y como se pensaba desde un principio, que hay muchas más personas involucradas de las que imaginábamos.
Lo que se comprueba aquí, al examinar todos los videos, es que el muchacho que disparó, evidentemente no actuó solo, y que las personas que estábamos allí, realizando una actividad política, literalmente fuimos emboscados en ese parque con el fin de atentar contra la vida de Miguel.
¿Ese día, cómo se evidenció que el autor material no actuaba solo?
En la entrevista que tuve con la Fiscalía, les di a conocer diferentes hechos que se vivieron en el parque. Para mí, uno de los más preocupantes, y a la vez sospechoso, es que yo intervine siete minutos antes que el senador y mi mensaje fue hablar contra el expendio y consumo de drogas en espacio público, sobre la urgencia de recuperar los parques y quitárselos a los jíbaros.
Y ahora vemos con preocupación que en varias notas de prensa se ha empezado a hablar de la cercanía y de los movimientos que este joven sicario tiene en parques, en ollas y en general, en espacios dedicados al microtráfico y al consumo, hecho que inevitablemente nos hace preguntarnos si hay una relación directa entre ese tema y el atentado del sábado.
¿Hay alguna prueba de eso?
Por ahora no, pero como le digo, es una posibilidad, teniendo en cuenta el trabajo del senador Uribe en ese campo. Por ahora seguiremos insistiendo y haciendo veeduría para que la investigación se desarrolle con celeridad y transparencia, a la vez que mantenemos la oración para pedir por la recuperación de Miguel y la tranquilidad de su familia.
Más allá de su relación de amistad con el senador y de su cercanía por razones políticas, ¿Cómo afecta el atentado y sus repercusiones al grueso de las personas que viven en Bogotá?
Lo primero que se puede notar en la conversación cotidiana, es que hoy la ciudad está con miedo. Primero, porque estamos hablando de que atentaron contra la vida del senador más votado de Colombia, en la capital, en donde se supone que los esquemas y los lineamientos de seguridad son más estrictos. Esto es una paradoja, porque Miguel venía de recorrer el país, en zonas donde supuestamente la situación de orden público podía significar una posible amenaza, y no pasó nada.
Entonces, si la gente ve cómo a una de las figuras políticas más votadas del país, que cuenta con esquema de seguridad, le disparan frente a todo el mundo mientras da un discurso, pues imagínese cómo se estará sintiendo de vulnerable el ciudadano de a pie que todos los días está en el transporte público, en calles y parques de la ciudad.
Pero le agrego algo: si bien la administración Galán prometió que en Bogotá caminaríamos seguros, y falta trecho por recorrer, lo cierto es que el Gobierno Nacional no ayuda en absoluto. Han anunciado, por ejemplo, que no van a aumentar el pie de fuerza en la ciudad, y sin ese componente fundamental es difícil que las circunstancias mejoren.
¿Entonces qué viene en materia de seguridad para la ciudad?
Esto que menciono, sin lugar a dudas, genera un clima de incertidumbre y preocupación que afecta de manera grave la percepción de seguridad. Por ahora hay que seguir insistiendo en el aumento del pie de fuerza, en hacer trabajos conjuntos a nivel Distrital y Nacional para frenar mercados tan peligrosos como el de armas ilegales, que en últimas facilita este tipo de atentados.
Cambiando de tema, la UNP respondió a su denuncia por el retiro de un carro de su esquema de seguridad. ¿Qué le responde a la entidad?
Lo que tengo que decir es que, a la máquina de propaganda mentirosa del Gobierno, se suma la UNP. Sacan un comunicado diciendo que yo estoy desinformando, pero los hechos muestran que están faltando a la verdad.
La historia del carro es la siguiente: cuando el esquema de protección fue a tanquear la camioneta a una bomba de servicio, la persona que nos atendió cometió un error y puso gasolina en vez de diésel, hecho que generó problemas en el funcionamiento del carro. El tema es que la persona y la empresa dieron la cara y asumieron su error, pero el comunicado trata de echarme la culpa a mí.
¿Cuál es su versión?
Por otro lado, dicen que me asignaron un carro inmediatamente mientras se reparaba la camioneta. Eso no es cierto, y se puede comprobar en la planilla de inventario en donde consta que yo estuve sin carro y sin esquema 24 horas porque, básicamente, la UNP no actuó con la celeridad que necesitan estos casos.
Sabemos que al senador Miguel Uribe, desde que empezó la campaña, le negaron más de 25 solicitudes para robustecer su esquema de seguridad. Entonces, al final del día, con esos antecedentes, es claro que hay un mensaje de intimidación y de falta de garantías a los miembros de la oposición.
¿Ha pensado en otras alternativas para su seguridad?
Al final, después de lo que pasó el sábado, entendí que si insisten en quitarme el vehículo, es necesario tomar medidas complementarias de seguridad. Iremos decidiendo según se nos presenten las circunstancias en el camino.
¿Cómo es su relación con el senador Uribe Turbay?
Con Miguel, más allá de la política y del día a día de nuestro trabajo y de estar en el mismo partido, tenemos una relación de amistad desde hace más de 10 años. Para mí es un amigo cercano, nos une una relación estrecha y tras los hechos que nos tienen en vilo, solo puedo decir que Miguel es una persona valiente, que no se rinde y que las cosas que se propone las logra, por eso yo sé que está luchando por su vida y que volverá a reír con quienes lo queremos y lo extrañamos en menos de lo que nos imaginamos.
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