Sin rastro del patrullero Díaz
Las autoridades no descartan que la desaparición del patrullero, en el nororiente de la ciudad, se trate de un secuestro. La única pista del hombre es el chaleco encontrado en medio de un matorral.
Verónica Téllez Oliveros
En una peña que divide los barrios Santa Cecilia y Cerro Norte, en la calle 163 con carrera 1C, más de 45 hombres del grupo de rescate y emergencias de la Policía Nacional intentaban encontrar entre la maraña al patrullero Javier Díaz, o algún rastro que les diera indicios sobre su paradero, luego de más de un día desde su desaparición.
Al mediodía del domingo la alta consejera presidencial para Bogotá, Gina Parody, estuvo con miembros de Coldeportes alrededor de los barrios Santa Cecilia, Cerro Norte y Villa Nidia lanzando un programa piloto contra la delincuencia juvenil que azota esta zona. Fue una de las estrategias luego de que las autoridades y el Gobierno volvieran la mirada hacia estos puntos tras la balacera ocurrida hace menos de 20 días entre miembros de bandas como Los Pascuales.
El patrullero Díaz, que llegó a este CAI hace apenas 10 días, estuvo escoltando a la alta consejera durante el recorrido que hizo y alrededor de la 1:00 p.m. ya se encontraba en el CAI de Villa Nidia, al que llegó una solicitud de la comunidad que informó que en lo alto del cerro entre Santa Cecilia y Cerro Norte había personas armadas, según cuenta el coronel Reynaldo Rojas, comandante de la estación de Policía de Usaquén.
El uniformado y tres compañeros más subieron en dos motos desde el CAI para atender el llamado de los vecinos. Cuando estuvieron en lo alto del cerro empezaron a meterse entre los matorrales, en busca de las personas armadas. Pero lo único que encontraron fue una pareja que se estaba bañando en medio de la quebrada que pasa por este punto. Los uniformados se habían dividido y decidieron regresar al no tener resultados. Fue en este momento cuando notaron la ausencia de Díaz.
El subintendente Rusbert Hincapié, quien estuvo con el patrullero desaparecido, dice que todos pensaron que el joven de 21 años había decidido bajar hasta el CAI por su propia cuenta, porque era un muchacho emprendedor. Al llegar allí y no saber nada de él, informaron a los superiores. Empezó la búsqueda alrededor de las 2:00 p.m. y el único rastro encontrado fue el chaleco del patrullero.
Por este hallazgo no se descarta un posible secuestro, asegura el coronel Rojas. “Esos chalecos no se rompen fácilmente y lo único que creemos es que se lo pudo quitar porque estaba herido o que alguien se lo quitó”.
En el barrio, los habitantes aseguran que desde la balacera ocurrida hace dos semanas (en la que murieron cinco miembros de la banda delincuencial Los Pascuales) y ahora con la desaparición del patrullero, la policía ha vuelto a hacer presencia en esta zona, en la que no eran usuales las muertes violentas.
Una vecina de las casas que quedan en lo alto del cerro fue quien vio por última vez a Díaz. Allí se concentra la búsqueda que hace el grupo de emergencia junto a la Defensa Civil y Bomberos. Tanto la alta consejera para Bogotá como el alcalde Gustavo Petro se pronunciaron y pidieron colaboración para dar con el paradero del patrullero.
En una peña que divide los barrios Santa Cecilia y Cerro Norte, en la calle 163 con carrera 1C, más de 45 hombres del grupo de rescate y emergencias de la Policía Nacional intentaban encontrar entre la maraña al patrullero Javier Díaz, o algún rastro que les diera indicios sobre su paradero, luego de más de un día desde su desaparición.
Al mediodía del domingo la alta consejera presidencial para Bogotá, Gina Parody, estuvo con miembros de Coldeportes alrededor de los barrios Santa Cecilia, Cerro Norte y Villa Nidia lanzando un programa piloto contra la delincuencia juvenil que azota esta zona. Fue una de las estrategias luego de que las autoridades y el Gobierno volvieran la mirada hacia estos puntos tras la balacera ocurrida hace menos de 20 días entre miembros de bandas como Los Pascuales.
El patrullero Díaz, que llegó a este CAI hace apenas 10 días, estuvo escoltando a la alta consejera durante el recorrido que hizo y alrededor de la 1:00 p.m. ya se encontraba en el CAI de Villa Nidia, al que llegó una solicitud de la comunidad que informó que en lo alto del cerro entre Santa Cecilia y Cerro Norte había personas armadas, según cuenta el coronel Reynaldo Rojas, comandante de la estación de Policía de Usaquén.
El uniformado y tres compañeros más subieron en dos motos desde el CAI para atender el llamado de los vecinos. Cuando estuvieron en lo alto del cerro empezaron a meterse entre los matorrales, en busca de las personas armadas. Pero lo único que encontraron fue una pareja que se estaba bañando en medio de la quebrada que pasa por este punto. Los uniformados se habían dividido y decidieron regresar al no tener resultados. Fue en este momento cuando notaron la ausencia de Díaz.
El subintendente Rusbert Hincapié, quien estuvo con el patrullero desaparecido, dice que todos pensaron que el joven de 21 años había decidido bajar hasta el CAI por su propia cuenta, porque era un muchacho emprendedor. Al llegar allí y no saber nada de él, informaron a los superiores. Empezó la búsqueda alrededor de las 2:00 p.m. y el único rastro encontrado fue el chaleco del patrullero.
Por este hallazgo no se descarta un posible secuestro, asegura el coronel Rojas. “Esos chalecos no se rompen fácilmente y lo único que creemos es que se lo pudo quitar porque estaba herido o que alguien se lo quitó”.
En el barrio, los habitantes aseguran que desde la balacera ocurrida hace dos semanas (en la que murieron cinco miembros de la banda delincuencial Los Pascuales) y ahora con la desaparición del patrullero, la policía ha vuelto a hacer presencia en esta zona, en la que no eran usuales las muertes violentas.
Una vecina de las casas que quedan en lo alto del cerro fue quien vio por última vez a Díaz. Allí se concentra la búsqueda que hace el grupo de emergencia junto a la Defensa Civil y Bomberos. Tanto la alta consejera para Bogotá como el alcalde Gustavo Petro se pronunciaron y pidieron colaboración para dar con el paradero del patrullero.