Sobrepoblación de palomas en la Plaza de Bolívar, una consecuencia de alimentarlas

El número de palomas en la Plaza de Bolívar puede superar los 3.400 los fines de semana. / Referencia - Pixabay.

Uno de los planes típicos en Bogotá para turistas y nacidos en la capital es visitar el centro histórico. Un buen recorrido en la zona más tradicional de la ciudad finaliza o parte de la Plaza de Bolívar, el corazón de la ciudad. Allí se ubican los edificios más importantes del país: el Congreso, el Palacio de Justicia, la Catedral Primada y la Alcaldía de Bogotá, estructuras que generalmente están atestadas de palomas.

De un tiempo para acá, la presencia de estos animales en la Plaza de Bolívar ha aumentado, convirtiéndose en parte del paisaje del lugar. Esto tiene una causa, según un reciente estudio del Distrito, y es la costumbre cada vez mayor de los ciudadanos de alimentar estos animales.

El diagnóstico, hecho por el grupo de Sinantrópicos del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), indica que la sobrepoblación de palomas obedece a una serie de hábitos que se fueron apoderando del imaginario colectivo. Uno de esos es darles comida.

De acuerdo con el IDPYBA, en los años 60 no había registro de palomas en la Plaza de Bolívar, dado que no existía el hábito de alimentarlas. Esto cambió cuando se volvió común darles alimento, pues fue el inicio de una cultura de explotación de las aves, según lo califica la entidad.

Un grupo de biólogos, médicos veterinarios y otros profesionales llevó a cabo el diagnóstico, que además concluyó que durante un fin de semana llegan a aglomerarse hasta 3.400 palomas en la plaza. Entre semana, la cantidad de aves disminuye, pero se pueden registrar hasta 1.300. 

De acuerdo con el IDPYBA, alimentar las palomas puede tener graves consecuencias, además de aumentar la población de los animales. Algunas de estas son que las palomas padezcan diversas enfermedades, debido a que también las alimentan con basura y comida descompuesta; que renuncien a su comportamiento natural y empiecen a depender solo de los humanos; o que aumente la transmisión de enfermedades entre las aves, llegando a afectar a otras especies. 

“Hay un trabajo interinstitucional con el fin de controlar la sobrepoblación de palomas y garantizar su bienestar”, manifestó Clara Lucía Sandoval, directora del Instituto de Protección Animal. Esta entidad realizó el estudio en el marco de un plan para regular la sobrepoblación de estos animales, en el que también prevé estrategias para invitar a los ciudadanos a no alimentarlas.

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