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En el páramo más grande del mundo, dos Plantas de Tratamiento Residuales, llevan 13 y siete años sin funcionar. Así lo alertó la Personería de Bogotá, en un detallado informe que recoge la preocupación de los habitantes de esta región y una serie de visitas técnicas, que dejaron en evidencia al alto grado de contaminación que ha generado el abandono de las plantas San Juan y la Unión.
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“El abandono en la que se encuentran las PTAR de San Juan y la Unión, es lamentable”, indicó Julián Pinilla Malagón, personero de Bogotá. Y con razón: la planta de la Unión nunca se terminó, y lleva siete años esperando la instalación de las plantas de tratamiento para empezar a funcionar desde que en 2015, la obra quedó quieta por incumplimiento del contrato; y la de San Juan, acumula 13 de espera del mantenimiento que permitirá su óptimo funcionamiento.
Lo grave de este asunto es que durante todo este tiempo, las PTAR de Sumapaz se han convertido en agentes contaminantes en lugar de aportar a la limpieza de las aguas que allí confluyen. Su abandono también ha afectado a las familias que viven en la zona, provocando contaminación en ríos y quebradas, y dejando a nueve casas sin agua limpia.
" La falta de operatividad de la planta causa un rebosamiento que afecta las familias de predios contiguos, propietarias de ganado que consume el agua contaminada”, informó la Personería. Además, se encontraron 9 viviendas sin conexión al alcantarillado veredal de San Juan, comprometiendo los cuerpos hídricos de la zona que son utilizados para abrevar a los animales, regar sus parcelas y que desembocan en el río Sumapaz”, advirtió el informe del ente de control.
🚨#Atención: Advertimos abandono de las plantas de tratamiento de aguas residuales #PTAR de la localidad de #Sumapaz.
— Personería de Bogotá (@personeriabta) July 27, 2023
⚠️ Cuatro plantas y un pozo séptico, instaladas en cinco centros poblados completan varios años sin ninguna clase de mantenimiento.
🧵#GuardianesDeTusDerechos pic.twitter.com/CwUIUPrmVz
La PTAR de la Unión es la que más daño está causando en la región. Al no funcionar, explica el ente de control, la carga contaminante queda estancada en un pozo séptico de la planta, haciendo que se rebose y llegue al río San Juan, el cual es afluente del río Sumapaz. Y ahí no acaba: debajo de la planta se han acumulado aguas, provocando un riesgo de deslizamiento que puede afectar a la población.
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¿Detrimento patrimonial?
La Personería insta a los entes de control y distritales tomar las riendas en el asunto, pues aunque la Secretaría de Hábitat hizo visitas en 2018 a la PTAR San Juan, estableció las problemáticas ya mencionadas, sin llegar a anunciar alguna medida. Lo mismo sucedió con la Unión, en la que el ente consultor evaluó que la planta no es apta para funcionar, pero no definió qué hacer con los cimientos que ahora generan la contaminación en los afluentes.
“La alcaldía local en la actualidad está realizando unos estudios técnicos, jurídicos y financieros para poner en funcionamiento las PTAR, pero hasta la fecha no se ha traducido en una acción concreta que solucione el daño ambiental y la afectación a la salubridad de sus habitantes, pese a que fue priorizado durante los encuentros ciudadanos y con presupuesto participativo, en el Plan de Desarrollo Local”, afirmó la Personería.
La Personería ya entregó los informes a la Fiscalía y Contraloría luego de encontrar, entre otras cosas, posibles observaciones de tipo disciplinario, fiscal (por presunto detrimento) y penal.
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