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La operación de dos minas de carbón ilegales, que operaban con toda tranquilidad sin los permisos ambientales necesarios para la explotación que llevaban a cabo, fue suspendida en las últimas horas por la autoridad ambiental de Cundinamarca.
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Ambas minas, ubicadas en el municipio de Cucunubá, habrían causado graves impactos sobre los recursos agua y suelo del sector, razón por la cual la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR, tomó cartas en el asunto e impuso medidas preventivas por las afectaciones que la explotación irregular estaba causando.
Por un lado, la operación de la primera mina involucrada, ubicada en el predio ‘El Resguardo’, en la vereda Pueblo Viejo del mencionado municipio, estaba causando impactos ambientales significativos derivados de la explotación, como la acumulación de carbón y estériles en un botadero temporal, sin manejo adecuado de las aguas de escorrentía y sin la correspondiente preparación del terreno donde fueron dispuestos.
De acuerdo con los técnicos de la dirección regional Ubaté de la entidad, esta situación podría haber generado contaminación del suelo y pérdida de la capa orgánica por el sepultamiento de bosque nativo y la posible afectación de los potreros cercanos.
Como si fuera poco, se detectaron rastros de contaminación de aguas y suelos ubicadas al redor de la explotación ilegal por lixiviados generados por la disposición inadecuada de metales y otros elementos químicos estaba siendo arrojados a los cuerpos de agua y a los suelos sin ningún problema
Cabe aclarar que la mina está ubicada en jurisdicción de un Área de Reserva Especial (ARE), un espacio que goza de protección especial en donde no está permitida, en ninguna circunstancia, la actividad minera.
Por otro lado, la segunda medida impuesta por la entidad tuvo lugar en el predio La Lomita, ubicado también en jurisdicción de la vereda Pueblo Viejo. Allí, tras la inspección, se identificaron daños en la quebrada que lleva el nombre de la vereda, pues tanto el cauce como la ronda hídrica del cuerpo de agua, fueron obstruidos por material estéril utilizado para la construcción del patio de la mina, lo que podría generar represamiento de aguas durante el periodo de lluvias.
“Toda actividad minera debe realizarse conforme a los estándares técnicos adecuados y bajo la normativa ambiental vigente. La ausencia de los instrumentos administrativos necesarios pone en riesgo no solo la vida de los trabajadores, sino también la protección de nuestros recursos naturales, fundamentales para el equilibrio ecológico de la región”, afirmó el director regional Ubaté de la CAR, Bryan Martínez.
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Por Redacción Bogotá
