Entre 2025 y 2035, el crecimiento vegetativo en Bogotá (la diferencia entre nacimientos y muertes), será prácticamente nulo, en tanto que en la Sabana será levemente superior. El efecto migratorio hacia la Sabana, que se aceleró entre 2017 y 2019 debido al flujo de población venezolana, será significativamente inferior al experimentado en la década anterior.
Con base en cifras del DANE, la SMOB ha estimado que Bogotá disminuirá en los próximos 10 años su población en aproximadamente 127.000 habitantes, mientras que en la Sabana aumentará en unos 400.000, por lo tanto, en la región como un todo, la población aumentará cerca de 273.000 personas. En consecuencia, las proyecciones de población serán significativamente inferiores a las estimadas en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Bogotá.
Adicionalmente, la composición familiar está cambiando drásticamente. Si en la Sabana en 2024, el 10% de los hogares eran unipersonales, se espera que este valor alcance el 25% en 2035. Esto significa que la demanda se dirigirá a viviendas de mucho menor tamaño.
Además, para estimar la demanda efectiva de vivienda, se debe considerar el ingreso familiar. Al comparar ingresos y gastos, es evidente que muchos municipios no tienen capacidad de ahorro, y la vivienda consume la mayor parte del presupuesto. Si analizamos los créditos, subsidios y ahorros programados, solo el 25% de los hogares en la Sabana podrán adquirir viviendas de 25 metros cuadrados. Otro 33% podría acceder a viviendas de 34 metros cuadrados, mientras que apenas un 11% tendrá la posibilidad de comprar una vivienda más grande. Esta situación sugiere que aproximadamente el 31% de los hogares, se verán forzados a recurrir a la informalidad para solucionar su vivienda.
Con base en estas cifras, se estima un requerimiento de área futura que, en diferentes escenarios, oscilaría entre 900 y 1.100 hectáreas. No obstante, según cálculos de la Secretaría Distrital de Hábitat, los Planes de Ordenamiento Territorial (POT) de los veinte municipios analizados por la Encuesta Multipropósito, ya ofrecen un total de 1.225 hectáreas de suelo urbano sin urbanizar y 1.300 hectáreas de suelo de expansión, lo que equivale a 2.525 hectáreas. De esta forma, se requeriría urbanizar menos del 50% del área disponible.
En lo relativo a las características socioeconómicas y demográficas de la región, la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá, en colaboración con la Alianza para la Defensa de la Sabana, está desarrollando nuevos estudios entre los que se incluyen análisis detallados de la distribución predial por municipio, considerando el número y tamaño de los predios. Así mismo, análisis del crecimiento del PIB municipal desagregado por sectores, tributación per cápita, estadísticas agropecuarias, análisis del uso actual del suelo, y capacidad agrológica, entre otros.
Todo esto permitirá formular unos lineamientos ambientales que garanticen la protección de la vocación agrícola y forestal de la Sabana, en concordancia con el artículo 61 de la ley 99 de 1993.
Por Carlos Roberto Pombo Urdaneta
