Un delfín político es el nuevo presidente del Concejo de Bogotá

Acompañado por su esposa y hermanas, así como por su mamá –Rosita Moncada de Serpa– este viernes fue elegido, tal y como estaba cantado, el nuevo presidente del Concejo de Bogotá: el liberal Horacio José Serpa, hijo de un muy conocido de la política colombiana: el hoy senador santandereano Horacio Serpa, quien se ausentó de la plenaria en la que su hijo fue elegido. 

Con el abrumador respaldo de todos los concejales con los que cuenta la corporación (45, incluyéndolo), Serpa se hizo a la presidencia del Concejo en reemplazo de Roberto Hinestrosa (Cambio Radical), quien hasta hoy compartió la mesa directiva del Cabildo con el primer vicepresidente, Álvaro Argote (Polo Democrático) y David Ballén (Partido de la U), segundo vicepresidente. Ahora esos puestos serán ocupados, respectivamente, por Celio Nieves (Polo) y Andrés Forero (Centro Democrático).

El ahora presidente, que ocupará el cargo hasta febrero de 2018, tiene la capacidad de manejar la agenda del cabildo para que las iniciativas y discusiones salgan adelante. Serpa tuvo el respaldo de su bancada –a la que le correspondía el puesto en el presente periodo de sesiones– así como de Cambio Radical (de mayoría en el cabildo), del Centro Democrático, los Verdes, el Partido Conservador e incluso, de los opositores Polo Democrático y Progresistas, quienes –eso sí– reclamaron mayores garantías.

Tras su elección, Serpa agradeció el respaldo unánime de la corporación y aseguró que les brindará garantías a todos los partidos para participar en las discusiones de ciudad. Dejó entrever que la seguridad y la movilidad serán temas centrales en su mandato, y manifestó además que buscará acercar el Concejo a la ciudadanía.

“Debemos descentralizar la labor del Concejo, por eso se debe sesionar en las localidades para acercarse a la gente. Discutiremos temas centrales como el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y la relación de la ciudad con municipios aledaños y departamentos de la región central. También abordaremos cuestiones como la movilidad y la seguridad (…) En este Concejo Bogotá tiene la palabra”, indicó Serpa, quien sostuvo que su elección es un regalo que el Concejo le hace a sus padres, quienes el próximo domingo cumplirán 45 años de matrimonio.  

El concejal, quien suma su segundo periodo en el Concejo (al que llegó en 2011), fue el más más votado de Bogotá en las pasadas elecciones: obtuvo en total 36.942 votos. Su nombre para ocupar la presidencia fue postulado por el cabildante que más tiempo suma en la corporación: el también liberal Jorge Durán Silva.

El pulso político

Con la elección de Horacio Serpa quedó al margen una de las dudas que, desde el primer momento, se cernieron sobre su candidatura, pues se rumoraba que se lanzaría al Senado en reemplazo de su padre –algo que lo obligaría a renunciar al cabildo–. Eso implicaría que en la presidencia de la corporación lo reemplazaría el primer vicepresidente, cargo que tradicionalmente ocupa un concejal de oposición. Y eso es algo que las bancadas mayoritarias, afectas al alcalde Enrique Peñalosa, no estuvieron dispuestas a permitir. (Lea: El pulso liberal por la presidencia del Concejo de Bogotá)

Sin embargo, quedó otro interrogante muy vivo que estuvo a punto de frustrar la elección de Serpa, ya que dentro y fuera del liberalismo hay quienes consideran que ya tiene suficiente poder y no se le debería dar más, sobre todo en un año preelectoral.

En enero pasado, cuatro concejales de tres partidos, que pidieron reserva de la fuente, le dijeron a El Espectador que la resistencia contra Serpa Moncada surge por el poder burocrático que ha acumulado en la Personería. Ya es conocida su cercanía con la personera Carmen Teresa Castañeda, no sólo porque ambos son oriundos de Santander (la tierra de los Serpa), sino por las fichas del concejal que han sido nombradas en el organismo de control.

Los retos del nuevo presidente

Bajo la presidencia de Horacio Serpa se discutirán en el Concejo temas trascendentales para la ciudad. Uno de ellos, quizá el más importante, será el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que definirá cómo debe crecer Bogotá en la próxima década.

No obstante, en la agenda del cabildo este año también hay otros temas espinosos, entre ellos, la discusión de la valoración, de dónde se prevé que salgan los recursos para la troncal de Transmilenio por la Carrera Séptima; la implementación del nuevo Código de Policía; el seguimiento y el control a la licitación del nuevo esquema de aseo y el debate, aún vivo, del metro de la ciudad.

Serpa sorteará también el proceso de revocatoria del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, y tendrá que ponerse a tono con la implementación de los acuerdos de paz con las Farc. 

Acompañado por su esposa y hermanas, así como por su mamá –Rosita Moncada de Serpa– este viernes fue elegido, tal y como estaba cantado, el nuevo presidente del Concejo de Bogotá: el liberal Horacio José Serpa, hijo de un muy conocido de la política colombiana: el hoy senador santandereano Horacio Serpa, quien se ausentó de la plenaria en la que su hijo fue elegido. 

Con el abrumador respaldo de todos los concejales con los que cuenta la corporación (45, incluyéndolo), Serpa se hizo a la presidencia del Concejo en reemplazo de Roberto Hinestrosa (Cambio Radical), quien hasta hoy compartió la mesa directiva del Cabildo con el primer vicepresidente, Álvaro Argote (Polo Democrático) y David Ballén (Partido de la U), segundo vicepresidente. Ahora esos puestos serán ocupados, respectivamente, por Celio Nieves (Polo) y Andrés Forero (Centro Democrático).

El ahora presidente, que ocupará el cargo hasta febrero de 2018, tiene la capacidad de manejar la agenda del cabildo para que las iniciativas y discusiones salgan adelante. Serpa tuvo el respaldo de su bancada –a la que le correspondía el puesto en el presente periodo de sesiones– así como de Cambio Radical (de mayoría en el cabildo), del Centro Democrático, los Verdes, el Partido Conservador e incluso, de los opositores Polo Democrático y Progresistas, quienes –eso sí– reclamaron mayores garantías.

Tras su elección, Serpa agradeció el respaldo unánime de la corporación y aseguró que les brindará garantías a todos los partidos para participar en las discusiones de ciudad. Dejó entrever que la seguridad y la movilidad serán temas centrales en su mandato, y manifestó además que buscará acercar el Concejo a la ciudadanía.

“Debemos descentralizar la labor del Concejo, por eso se debe sesionar en las localidades para acercarse a la gente. Discutiremos temas centrales como el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), y la relación de la ciudad con municipios aledaños y departamentos de la región central. También abordaremos cuestiones como la movilidad y la seguridad (…) En este Concejo Bogotá tiene la palabra”, indicó Serpa, quien sostuvo que su elección es un regalo que el Concejo le hace a sus padres, quienes el próximo domingo cumplirán 45 años de matrimonio.  

El concejal, quien suma su segundo periodo en el Concejo (al que llegó en 2011), fue el más más votado de Bogotá en las pasadas elecciones: obtuvo en total 36.942 votos. Su nombre para ocupar la presidencia fue postulado por el cabildante que más tiempo suma en la corporación: el también liberal Jorge Durán Silva.

El pulso político

Con la elección de Horacio Serpa quedó al margen una de las dudas que, desde el primer momento, se cernieron sobre su candidatura, pues se rumoraba que se lanzaría al Senado en reemplazo de su padre –algo que lo obligaría a renunciar al cabildo–. Eso implicaría que en la presidencia de la corporación lo reemplazaría el primer vicepresidente, cargo que tradicionalmente ocupa un concejal de oposición. Y eso es algo que las bancadas mayoritarias, afectas al alcalde Enrique Peñalosa, no estuvieron dispuestas a permitir. (Lea: El pulso liberal por la presidencia del Concejo de Bogotá)

Sin embargo, quedó otro interrogante muy vivo que estuvo a punto de frustrar la elección de Serpa, ya que dentro y fuera del liberalismo hay quienes consideran que ya tiene suficiente poder y no se le debería dar más, sobre todo en un año preelectoral.

En enero pasado, cuatro concejales de tres partidos, que pidieron reserva de la fuente, le dijeron a El Espectador que la resistencia contra Serpa Moncada surge por el poder burocrático que ha acumulado en la Personería. Ya es conocida su cercanía con la personera Carmen Teresa Castañeda, no sólo porque ambos son oriundos de Santander (la tierra de los Serpa), sino por las fichas del concejal que han sido nombradas en el organismo de control.

Los retos del nuevo presidente

Bajo la presidencia de Horacio Serpa se discutirán en el Concejo temas trascendentales para la ciudad. Uno de ellos, quizá el más importante, será el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que definirá cómo debe crecer Bogotá en la próxima década.

No obstante, en la agenda del cabildo este año también hay otros temas espinosos, entre ellos, la discusión de la valoración, de dónde se prevé que salgan los recursos para la troncal de Transmilenio por la Carrera Séptima; la implementación del nuevo Código de Policía; el seguimiento y el control a la licitación del nuevo esquema de aseo y el debate, aún vivo, del metro de la ciudad.

Serpa sorteará también el proceso de revocatoria del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, y tendrá que ponerse a tono con la implementación de los acuerdos de paz con las Farc.