
Carolina* a su hijo desaparecido Fredy González Ruiz.
Foto: Mauricio Alvarado Lozada
Carolina y Marisol*, en el mismo salón, esperan sentadas, con una fotocopia de su cédula en mano, el llamado que han esperado por décadas. No se conocen, pero sí tienen algo en común: fueron víctimas de desplazamiento y Bogotá se convirtió en su segundo hogar.
Carolina está al fondo con sus tres hijos, porque otro está desaparecido, desde que se lo llevaran los paramilitares, cuando tenía apenas 13 años. Sostiene a su perro criollo, que está tranquilo en una mochila, mientras ella habla sobre cómo tuvo que huir de su hogar, en Tierra Alta...

Por María Angélica García Puerto
Cubre temas de seguridad, primera infancia, educación, movilidad, derechos humanos y género.@_amariag
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