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Viernes 30 de abril de 2021. Soacha, Cundinamarca. En el Hospital Cardiovascular dieron una noticia que conmocionó al país, a dos padres de familia, una esposa y su pequeña hija: el jefe de la Sijín del municipio, el capitán Jesús Alberto Solano Beltrán, había fallecido producto de “heridas ocasionadas con arma cortopunzante”, según se lee en el acta de inspección al cadáver. En cuestión de cinco días, la Policía, el fiscal general y el ministro de Defensa anunciaron con pompa las capturas de Juan Sebastián Vélez Mesa, Michael Steven Vélez Mesa y Jesús Antonio Castillo Londoño, señalados de quitarle la vida a Solano. “Se ha hecho justicia”, dijo apresuradamente Diego Molano, el 5 de mayo.
Cinco meses después, sin la presencia de altos mandos, se anunció la captura de otro joven, a quien se le encontró sangre del capitán en una prenda de vestir que llevaba el día de los hechos. Los cuatro están vinculados a dos procesos penales por homicidio agravado, hurto calificado y porte de armas. Tres están en prisión y uno, Michael Vélez, enfrenta el proceso en libertad luego de que, el 22 de julio de 2021, un juez de segunda instancia revocara la detención, al considerar que no había suficientes pruebas que lo implicaran en el delito.