“Ya no estás seguro ni en tu propia casa”: víctima de hurto residencial en el norte de Bogotá

Minutos de angustia vivieron los habitantes de un edificio en Santa Bárbara, en el norte de Bogotá, al ser víctimas de hurto residencial. Uno de los afectados manifestó a El Espectador la “zozobra de adivinar si los querían robar, secuestrar o asesinar”.

Versiones de los hechos aportadas por los residentes explican que el grupo delincuencial armado ingresó al conjunto, amenazó al portero y lo encerró en un baño. Posteriormente interceptaron a las personas que estaban en las zonas comunes e inmediaciones del edificio, los encerraron en el salón comunal y les quitaron sus bolsos y las llaves de sus apartamentos para ingresar. 

En uno que se encontraba ocupado al momento del asalto, tiraron al piso a sus habitantes, los agredieron verbal y físicamente al amarrarlos y vendarles los ojos con tapabocas. Una de las residentes del lugar manifestó que esta fue una actuación organizada, pues aunque los delincuentes permanecieron en el edificio durante más de media hora, no se escucharon ruidos o gritos sino hasta que estos ya habían emprendido la huida.

Otra persona, a quien habían amarrado de pies y manos en el salón comunal, asegura que uno de los delincuentes le dijo que eran de las FARC y que estaban buscando a un sujeto, que les ayudara a encontrarlo. “Usted no se afane, porque si nos colabora le prometemos que no le va a pasar nada”. Esta, momentos después logró ingresar a su apartamento y se dio cuenta que lo “habían desocupado”. 

En su relato, la víctima también menciona que, a pesar de que no podía ver, pues sus ojos estaban cubiertos por un tapabocas, sí escuchaba sonidos “como el de los radios que usa la Policía. Decían ‘cinco, cino’, ‘sí mi coronel’”. A la gente que ponía resistencia, agrega, los amenazaban con cortarle las orejas, “A un señor le estaban pidiendo la clave de la caja fuerte, le preguntaban que si se quería hacer matar por eso”.

Los delincuentes huyeron en dos camionetas y una moto, vehículos que previamente habían ingresado obligando al vigilante para que les abriera la puerta del parqueadero.

Tan pronto como se comenzaron a escuchar los gritos de ayuda, los otros residentes, quienes por el silencio de la situación no se habían percatado de lo que estaba sucediendo, llamaron a la Policía, los cuales tardaron unos ocho minutos en llegar.

Esta autoridad, mediante un comunicado, informó que el hurto se registró en tres apartamentos. “Inmediatamente se recibió el llamado a la central, los cuadrantes se dirigieron a la propiedad horizontal junto con investigadores de la policía judicial y personal de inteligencia, quienes adelantan las pesquisas correspondientes”.

Las Policía además detalló que el trabajo de investigación, hasta el momento, se basa en los archivos de las cámaras de seguridad del conjunto residencial y de los alrededores para identificar la ruta de ingreso y salida de los delincuentes. 

“Las personas que fueron víctimas de los asaltantes, así como el guarda de seguridad, están siendo acompañados y orientados por nuestros uniformados para adelantar las respectivas denuncias judiciales”, agregó. 

Además se hace un llamado de atención a la comunidad para que en las porterías de los edificios se identifique plenamente a los domiciliarios ante cualquier requerimiento, ya que el hurto cometido parte de la utilización de un servicio a domicilio.

En mayo, Bogotá registró 471 casos de hurto a residencias, 408 menos si se le compara con el mismo mes del año pasado, aunque hay que tener en cuenta que la comparación de ambas cifras no significa una mejoría en la seguridad de la ciudad, pues el año pasado la capital no atravesaba por una cuarentena. 

En lo corrido del año, Suba ha sido la localidad con mayor número de casos (448), seguida por Kennedy (333) y Engativá (317). Cifras de la Secretaría de Seguridad muestran que los miércoles son los días de la semana en los que más se presentan hurto a residencias (con el 17,1%) de los casos. La jornada del día en la que se presenta una mayor incidencia son la mañana (27,4 %) y la madrugada (25,8 %).

Minutos de angustia vivieron los habitantes de un edificio en Santa Bárbara, en el norte de Bogotá, al ser víctimas de hurto residencial. Uno de los afectados manifestó a El Espectador la “zozobra de adivinar si los querían robar, secuestrar o asesinar”.

Versiones de los hechos aportadas por los residentes explican que el grupo delincuencial armado ingresó al conjunto, amenazó al portero y lo encerró en un baño. Posteriormente interceptaron a las personas que estaban en las zonas comunes e inmediaciones del edificio, los encerraron en el salón comunal y les quitaron sus bolsos y las llaves de sus apartamentos para ingresar. 

En uno que se encontraba ocupado al momento del asalto, tiraron al piso a sus habitantes, los agredieron verbal y físicamente al amarrarlos y vendarles los ojos con tapabocas. Una de las residentes del lugar manifestó que esta fue una actuación organizada, pues aunque los delincuentes permanecieron en el edificio durante más de media hora, no se escucharon ruidos o gritos sino hasta que estos ya habían emprendido la huida.

Otra persona, a quien habían amarrado de pies y manos en el salón comunal, asegura que uno de los delincuentes le dijo que eran de las FARC y que estaban buscando a un sujeto, que les ayudara a encontrarlo. “Usted no se afane, porque si nos colabora le prometemos que no le va a pasar nada”. Esta, momentos después logró ingresar a su apartamento y se dio cuenta que lo “habían desocupado”. 

En su relato, la víctima también menciona que, a pesar de que no podía ver, pues sus ojos estaban cubiertos por un tapabocas, sí escuchaba sonidos “como el de los radios que usa la Policía. Decían ‘cinco, cino’, ‘sí mi coronel’”. A la gente que ponía resistencia, agrega, los amenazaban con cortarle las orejas, “A un señor le estaban pidiendo la clave de la caja fuerte, le preguntaban que si se quería hacer matar por eso”.

Los delincuentes huyeron en dos camionetas y una moto, vehículos que previamente habían ingresado obligando al vigilante para que les abriera la puerta del parqueadero.

Tan pronto como se comenzaron a escuchar los gritos de ayuda, los otros residentes, quienes por el silencio de la situación no se habían percatado de lo que estaba sucediendo, llamaron a la Policía, los cuales tardaron unos ocho minutos en llegar.

Esta autoridad, mediante un comunicado, informó que el hurto se registró en tres apartamentos. “Inmediatamente se recibió el llamado a la central, los cuadrantes se dirigieron a la propiedad horizontal junto con investigadores de la policía judicial y personal de inteligencia, quienes adelantan las pesquisas correspondientes”.

Las Policía además detalló que el trabajo de investigación, hasta el momento, se basa en los archivos de las cámaras de seguridad del conjunto residencial y de los alrededores para identificar la ruta de ingreso y salida de los delincuentes. 

“Las personas que fueron víctimas de los asaltantes, así como el guarda de seguridad, están siendo acompañados y orientados por nuestros uniformados para adelantar las respectivas denuncias judiciales”, agregó. 

Además se hace un llamado de atención a la comunidad para que en las porterías de los edificios se identifique plenamente a los domiciliarios ante cualquier requerimiento, ya que el hurto cometido parte de la utilización de un servicio a domicilio.

En mayo, Bogotá registró 471 casos de hurto a residencias, 408 menos si se le compara con el mismo mes del año pasado, aunque hay que tener en cuenta que la comparación de ambas cifras no significa una mejoría en la seguridad de la ciudad, pues el año pasado la capital no atravesaba por una cuarentena. 

En lo corrido del año, Suba ha sido la localidad con mayor número de casos (448), seguida por Kennedy (333) y Engativá (317). Cifras de la Secretaría de Seguridad muestran que los miércoles son los días de la semana en los que más se presentan hurto a residencias (con el 17,1%) de los casos. La jornada del día en la que se presenta una mayor incidencia son la mañana (27,4 %) y la madrugada (25,8 %).