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Hace dos años Bogotá adoptó la política de Visión Cero, una estrategia de seguridad vial que busca disminuir fatalidades y lesiones por accidentes de tránsito. En el marco de este plan, el Distrito busca entregar infraestructura que garantice una movilidad segura en los entornos escolares. Esto, en sintonía con los lineamientos de Visión Cero, se hace priorizando el tránsito de los actores viales más vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas), y promoviendo velocidades seguras.
Por eso la Secretaría de Movilidad adelanta la demarcación de zonas escolares. A la fecha, Bogotá tiene 2.000 zonas escolares demarcadas en 19 localidades, que inciden directamente en el tránsito de más de 280.000 estudiantes, docentes, personal administrativo de 795 comunidades educativas.
Hasta junio de este año, el Distrito implementó 257 zonas escolares en 98 comunidades educativas. Estas demarcaciones, que forman parte de un diseño de movilidad integral, buscan prevenir a los demás actores viales sobre la presencia de población escolar mediante señalizaciones horizontales, con pictogramas de zona escolar, reductores de velocidad y señalización vertical de zona escolar.
Para Movilidad, la idea es disponer el espacio de manera creativa y segura para favorecer la movilidad tanto de la comunidad educativa como de los otros actores viales. “Buscamos promover el cumplimiento de los límites de velocidad 30 km/h en zonas escolares, fundamental para garantizar el acceso seguro a las instituciones educativas por parte de los estudiantes, acompañantes y la comunidad educativa. Nuestro compromiso es seguir trabajando para promover el respeto por la vida, dándole prioridad a los más vulnerables”, indicó el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo.
Según registros oficiales, estas políticas de movilidad han permitido la reducción de accidentes viales. Entre enero y junio de 2018 se registró la muerte de cinco menores de edad por siniestros viales, cifra que es un 63% menor con respecto al mismo periodo de los últimos diez años.
La más reciente zona escolar fue adecuada esta semana en inmediaciones del Colegio Rodrigo Lara Bonilla, ubicado en el sur de la ciudad. Allí se adoptaron medidas de pacificación de tránsito para garantizar que los conductores de vehículos realicen los giros con mayor precaución, sin superar los 30km/h.
De acuerdo con las cifras del Distrito, desde la adecuación de la zona escolar la velocidad en las zonas aledañas al colegio se redujo entre 5 % y 25 %. En cuanto a las demarcaciones de espacios peatonales, han incidido en el tránsito de 4.465 estudiantes y comunidad educativa en general y la población del sector.
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Por Redacción Bogotá - Bogota@elespectador.com
