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Durante un paseo por el parque, la atención de los dueños de mascotas está a menudo enfocada en que sus perros no se metan a la boca residuos de comida, basura u otros objetos que pueden encontrar, para evitar que se enfermen.
Aunque la dieta de los perros es un factor clave sobre su salud y los problemas que pueda presentar, hay variables biológicas que también podrían estar influyendo en la salud intestinal de la mascota.
Un grupo de científicos publicó este miércoles en la revista PLOS ONE una revisión de registros de salud en perros. En sus resultados encontraron que hay algunas razas más propensas a presentar diarrea, mientras que hay dos en particular que parecen ser menos propensas.
Los investigadores tuvieron en cuenta las historias clínicas de dos millones de perros en Reino Unido durante 2019. Tras su análisis, encontraron que más del 18 % de los perros fue diagnosticado con diarrea durante ese año. Es decir, uno de cada 12.
A pesar de la alta presencia de ese diagnóstico, también encontraron que se trata de dolencias que suelen mostrar mejoría tras una visita al veterinario y que no requieren de un manejo especial.
Sin embargo, sí encontraron una asociación curiosa entre las razas de los perros y el porcentaje de estos que era diagnosticado. “Seis razas (maltés, caniche miniatura, cavapoo, pastor alemán, yorkshire terrier y cockapoo) presentaron una probabilidad significativamente mayor de ser diagnosticadas con diarrea que sus cruces genéricos", escribieron en un comunicado.
Además, los científicos también encontraron que hay dos razas de perros que parecen ser menos propensas a reportar diarrea: el jack russell terrier y el chihuahua.
“Después de agrupar todos los perros cruzados de diseño nuevos en una categoría, el estudio actual identificó a los perros cruzados de diseño en general con 1,34 veces más probabilidades de diarrea aguda en comparación con los perros cruzados generales después de tener en cuenta la edad”, escribieron en el estudio.
A pesar de que esto pueda indicar una predisposición genética por parte de las razas diseñadas a partir de cruces, los científicos también creen que podrían deberse a que los propietarios de esas razas pueden tener una mayor tendencia a consultar al veterinario ante una diarrea. Hace falta profundizar en nuevos estudios para tener certeza de si se trata de una predisposición genética.
Para los científicos, hubo otra variable importante a la hora de analizar los datos, pues los perros de cuatro a cinco años muestran una menor probabilidad de tener diarrea, mientras que los diagnósticos aumentaron en aquellos mayores de nueve años y los menores de tres años.
Cuidado con los tratamientos
Un aspecto que preocupó a los investigadores es que las personas podrían estar utilizando medicamentos inadecuados o no recomendados por los veterinarios para tratar esas afecciones.
Se refieren, particularmente, al 38 % de los casos reportados en el estudio y que fueron tratados con antibióticos, a pesar de que no se recomiendan cuando se trata cuadros de diarrea leve.
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