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Hace unos días, como informamos en El Espectador, el Servicio Geológico Colombiano (SGC) informó que se había estado registrando una señal sísmica continua en el volcán Puracé, el cual se ubica en el departamento del Cauca y hace parte de la cadena volcánica Los Coconucos. A través de un comunicado, la entidad explicó que, debido a las características de la señal, es posible que esté asociada a una emisión de ceniza, aunque esto no ha sido sencillo de confirmar debido a las condiciones de nubosidad que hay en la cima de la cadena volcánica.
De acuerdo con el SGC, durante la semana del 11 al 17 de febrero de 2025 se dio un aumento en la actividad sísmica relacionada con el movimiento de fluidos en los conductos volcánicos. “Los sismos asociados al fracturamiento de roca se localizaron principalmente bajo el volcán Puracé y, en menor proporción, bajo el cráter del volcán Piocollo, en un rango de profundidades de entre 1 y 3 km y una magnitud máxima registrada de 1,6”, señala un boletín de la entidad.
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Por el momento, el volcán Puracé se mantiene en alerta amarilla, lo que quiere decir que está “activo con cambios en el comportamiento del nivel base de los parámetros monitoreados y otras manifestaciones”, según el SGC. En otras palabras, en la zona se puede presentar sismicidad con niveles moderados, emisiones esporádicas de ceniza (debido a erupciones menores), presencia de algunas incandescencias, anomalías térmicas, ruidos, olores, pequeñas explosiones en el cráter, así como precipitación de azufre en sus inmediaciones, entre otros efectos.
Ante ello, este 22 de febrero se anunció un Plan Nacional de Preparación y Respuesta para el volcán Puracé. Así lo dieron a conocer Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), y Julio Fierro, director del SGC, durante una visita que realizaron al Cauca.
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La estrategia, según un comunicado de la UNGRD, busca “orientar las acciones que deben realizar el departamento y los municipios ubicados en el área de influencia para mitigar los posibles impactos derivados de la actividad volcánica”. De ese modo, uno de los objetivos de este plan es fortalecer las capacidades de preparación y respuesta, además de implementar medidas como la habilitación de alojamientos temporales, puntos de encuentro seguros, rutas de evacuación, señalización y sistemas de alerta temprana.
La idea es que el documento, que insta a las comunidades a que elaboren sus propios planes familiares de emergencia, sea conocido por todos los actores, con el fin de que “fortalezcan sus acciones y aseguren una respuesta articulada y organizada ante posibles emergencias”, anotó Carrillo, quien agregó que el trabajo se hizo de la mano de comunidades locales, resguardos indígenas y autoridades territoriales. En cuánto a los aspectos técnicos, el plan fue elaborado con la información del SGC.
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En ese sentido, la UNGRD está llevando a cabo el proceso de socialización y articulación territorial en los municipios de Puracé-Coconuco y Popayán, para también orientar a los entes territoriales sobre la actualización de sus estrategias e incluir el protocolo específico por actividad volcánica.
El comunicado agrega que este plan fue aprobado en una sesión extraordinaria del Comité Nacional para el Manejo de Desastres, con la participación de las entidades del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD). La UNGRD, asimismo, presentó la estrategia a la Defensoría del Pueblo y a la Procuraduría Delegada para la Gestión y Gobernanza Territorial, con el fin de que se promueva y se garantice su implementación.
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