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De las más de 500 personas que han viajado al espacio a lo largo de la historia solo 60 han sido mujeres. La primer de ellas fue la soviética Valentina Tereshkova quien en 1963 logró salir del Planeta Tierra y exploró el espacio. Y aunque cada vez son más los espacios, que antes solo eran pensados para los hombres, en los que las mujeres hoy participan esto no ha sido tarea fácil,
Por ejemplo, hace apenas unos días, la Nasa llevó a cabo la primera caminata espacial operada sin la asistencia de un hombre. La misión de las astronautas estadounidenses Jessica Meir y Christina Koch fue reemplazar una batería de la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, el viaje, que tenía como fecha inicial el mes de marzo, fue pospuesto por la falta de trajes diseñados especialmente para el cuerpo de una de las mujeres.
(Lea:La NASA cancela el primer paseo espacial femenino por falta de trajes para las astronautas)
Los trajes, para poner solo un ejemplo, son solo uno de los múltiples elementos con lo que las mujeres han tenido que luchar para poder participar en este tipo de actividades. Aspectos como la menstruación y los ciclos reproductivos de la mujer son factores que han abierto un debate frente a la cuestión de para quién fueron diseñadas este tipo de hazañas y cómo se incluye a la mujer, quien, como ya se ha demostrado, se encuentra en plena facultad para realizar este tipo de tareas interestelares.
La ginecóloga de la Nasa, Varsha Jain, ha venido estudiando la salud de las astronautas, y en diálogo con la BBC Radio 5 Live, expuso algunas de las condiciones que las mujeres han tenido que tener en cuenta para realizar viajes espaciales.
¿Menstruar en el espacio?
Cuando la Nasa envió a Sally Ride al espacio en 1983 tuvo que plantearse por primera vez qué pasaría durante su periodo de menstruación. Para ello, puso a un equipo de ingenieros, todos hombres, a calcular cuántos tampones debía usar. La cifra llegó a estimar 200 tampones por semana, tiempo después se dieron cuenta que era una cifra exagerada.Según la ginecóloga Jain, actualmente las astronautas que van a participar en este tipo de viajes se realizan tratamientos para detener la menstruación durante ese periodo de tiempo. Otro de los métodos utilizados la espiral anticonceptiva.
El problema del retrete y la sangre
La doctora Jain cuenta que en la Estación Espacial Internacional solo hay dos retretes. El tema de la sangre en periodo de menstruación es algo que en un principio no estaba previsto.(Lea:Las mujeres que nos llevaron a la Luna)
En el espacio, la orina no se desperdicia, sino que es reciclada para poder obtener agua potable. Sin embargo, la sangre es considerada un material sólido ninguno de los retretes puede diferenciar los sólidos en un material líquido. Por ello el agua con sangre se debe votar. De igual forma, hay limitaciones con el uso de agua para la higiene personal, lo que dificulta mucho más estas situaciones.