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Un estudio piloto se está adelantando en Bogotá para conocer la edad de tres especies de árboles considerados patrimonio en la ciudad. La investigación es adelantada por el Servicio Geológico Colombiano (SGC) y el Jardín Botánico de Bogotá.
Para determinar la edad de los ejemplares utilizan Carbono 14, un isotopo radioactivo que suele utilizarse para estimar la antigüedad de fósiles u otras muestras geológicas que alcanzan los 50.000 años. Ahora, lo están probando para medir la edad de un nogal en Usaquén, un pino ciprés en la Quinta de Bolívar y un caucho sabanero que fue talado frente al Museo Nacional.
“Es la primera vez que aplicamos carbono 14 a organismos vivos, algo que solo se ha hecho en países como Italia, Madagascar y España. Bogotá se suma ahora a ese selecto grupo”, explicó Daniel González, coordinador del Laboratorio de Carbono 14 del SGC, en un comunicado.
El carbono 14 es un compuesto que se encuentra en todos los seres vivos, de acuerdo con la entidad, y que al morir disminuye, permitiendo a los científicos establecer la edad de un fósil dependiendo de la cantidad de carbono 14 que aún contenga. Sin embargo, no es usual emplearlo para medir la edad de seres que aún están vivos, algo que “representa una innovación científica”.
“Para este estudio, los investigadores realizaron tomografías y resistografías a los árboles vivos, técnicas que permiten conocer su estado físico interno y localizar las zonas más antiguas del tronco. Luego, extrajeron cuidadosamente pequeñas muestras —unos 17 gramos por árbol— sin comprometer su salud", detalló el SGC.
El proyecto busca comprender mejor la evolución de estos árboles a lo largo de su vida, teniendo en cuenta las condiciones a las que están expuestos en la ciudad, como la contaminación.
De acuerdo con el SGC, “este proyecto se suma a una amplia trayectoria del Jardín Botánico como referente en la conservación del arbolado urbano. Con más de 215 árboles patrimoniales identificados en localidades como La Candelaria, Santa Fe, Chapinero, Teusaquillo y Usaquén, el JBB lidera una estrategia de conservación que integra el conocimiento científico con la memoria colectiva y el valor simbólico de estos ejemplares”.
Los resultados de las muestras tomadas aún no se conocen, pero ya se encuentran en análisis por parte del laboratorio de Carbono 14 de la entidad.
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