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Entre el 17 de julio y el 23 de agosto estará activa la lluvia de meteoros Perseidas, uno de los eventos astronómicos más conocidos del hemisferio norte. Su punto máximo será entre la noche del 12 y la madrugada del 13 de agosto. En Colombia, este fenómeno será visible principalmente en la madrugada del 12, con mejores condiciones de observación entre las 12:00 a. m. y las 5:00 a. m.
Las Perseidas son fragmentos del cometa 109P/Swift-Tuttle que ingresan a la atmósfera terrestre a velocidades cercanas a los 60 kilómetros por segundo. Al hacerlo, se calientan, se vaporizan y dejan rastros luminosos visibles en el cielo nocturno. En condiciones óptimas, se pueden observar hasta 100 meteoros por hora.
Sin embargo, este año la visibilidad estará limitada por la luz de la Luna. Durante el pico del 12 al 13 de agosto, el cielo estará iluminado por una Luna gibosa menguante con un 84 % de su superficie visible. Esta interferencia reducirá la visibilidad de los meteoros más tenues, dejando solo los más brillantes a la vista.
Por esa razón, astrónomos sugieren observar el fenómeno antes o después del pico. Entre el 18 y el 28 de julio habrá mejores condiciones de cielo oscuro: el 24 será Luna nueva, y durante varios días previos y posteriores la fase lunar será mínima. Aunque la actividad de meteoros será menor, el cielo más oscuro permitirá detectar algunos de ellos con mayor facilidad.
Después del pico, la visibilidad mejorará nuevamente a partir del 16 de agosto, cuando la Luna vuelva a estar en cuarto menguante. Aunque para entonces la tasa de meteoros habrá disminuido, aún será posible observar algunos rastros si las condiciones climáticas lo permiten.
Para quienes deseen observar el fenómeno desde Colombia, se recomienda buscar lugares alejados de las luces artificiales, con horizonte despejado y sin nubosidad. Según el Planetario de Medellín, es útil llevar ropa cómoda, una silla reclinable y evitar el uso de pantallas o linternas que interfieran con la adaptación visual a la oscuridad.
Las Perseidas son una oportunidad anual para observar directamente la interacción entre la Tierra y restos cometarios, y forman parte del calendario astronómico que cada año despierta interés entre aficionados y expertos.
