Carlos Jaramillo, el poder de la curiosidad

Con fósiles rescatados durante la excavación del Canal de Panamá, en el desierto de la Tatacoa, el norte de Colombia, entre otros lugares, este científico está revolucionando la paleontología del continente.

Pablo Correa
08 de diciembre de 2019 - 02:00 a. m.
Carlos Jaramillo es geólogo de la U. Nacional, especializado en la U. de Missouri y la U. de Florida. En la actualidad es investigador permanente del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales.  / Felipe Villegas
Carlos Jaramillo es geólogo de la U. Nacional, especializado en la U. de Missouri y la U. de Florida. En la actualidad es investigador permanente del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales. / Felipe Villegas

En enero de este año el investigador Carlos Jaramillo Muñoz, del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales, les puso una cita a los mejores paleontólogos de Colombia y algunos internacionales en la mitad del desierto de la Tatacoa. Unos 50 de ellos respondieron al llamado del jefe de la tribu, aunque eso implicaba robarles días a sus vacaciones oficiales y cambiar la comodidad de las casas y la compañía de las familias por madrugadas, trasnochadas, picaduras de mosquitos, camas incómodas y un calor infernal.

A pesar de que las exploraciones científicas en busca de fósiles se remontan a 1926, una gran parte de esta cuenca el departamento de Huila sigue inexplorada. Carlos calcula que de los más de 30.000 fósiles que podrían llegar a descubrirse, el conteo va apenas por los 1.000. Ahora que él ha lanzado la provocación y coordina expediciones a esta zona, tal vez la tarea pospuesta se complete y de ahí emerja un conocimiento más profundo de la biodiversidad que existió en este rincón del continente hace más de 10 millones de años.

Hay muchas razones para nombrar al geólogo Carlos Jaramillo como uno de los personajes del año de El Espectador. Como investigador del Instituto Smithsonian publicó 18 investigaciones este año en revistas de primer nivel, un alto ritmo de producción científica que mantiene desde hace varios años. En esas publicaciones está plasmada una parte de los hallazgos de las excavaciones que comandó durante la ampliación del Canal de Panamá y están permitiendo entender el flujo de especies y la conformación de ecosistemas del continente americano hace millones de años. (Lea una entrevista con Carlos Jaramillo: “Cuando el planeta se calienta la biodiversidad en el trópico aumenta”).

En septiembre, Carlos ganó el Premio Alejandro Ángel Escobar en la categoría de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales por liderar un grupo de 20 investigadores e ilustradores que elaboraron el libro Hace tiempo. Un viaje paleontológico ilustrado por Colombia. Se trata de un trabajo que, como resaltó el jurado, resume la historia de la vida en nuestro territorio y que es innovador en su formato infográfico y en la forma de presentar la información a través de ilustraciones y textos sintéticos y explicativos”.

Pero las razones para nombrar a Carlos como uno de los personajes del año las conocen mejor que nadie sus colegas y discípulos.

“Diría que entender la complejidad es tal vez lo que más lo caracteriza y lo particular de él”, dice Natalia Hoyos, directora del Departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Uninorte.

Jaime Escobar, investigador de la Uninorte, dice que para Carlos “no existen preguntas o proyectos imposibles. Es además un enamorado de la educación y de la entrega del conocimiento aprendido a nuevas generaciones”.

Brigitte Baptiste, rectora de la Universidad EAN, lo califica como un “científico riguroso hasta los tuétanos e infinitamente generoso con su conocimiento, pese a su escepticismo por el futuro de la humanidad”.

Edwin Cadena, de la U. del Rosario, tampoco ahorra elogios: “Maestro, fuente de inspiración y científico excepcional que transformó la forma de entender el origen y la evolución de la vida en el norte de Suramérica”.

Fabiany Herrera, del Jardín Botánico de Chicago, cree que Carlos “revolucionó la paleontología en Colombia y su legado enriquecerá muchas generaciones de geólogos y biólogos en el país y en toda Latinoamérica”.

En cada puerta que uno toca preguntando por Carlos solo encuentra admiración y agradecimiento. Luz Helena Oviedo, quien lo acompaña en las tareas de divulgación científica desde el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, dice que “Carlos te hace estallar la cabeza. Inspira con sus preguntas, los retos que propone, el ejemplo, su pasión por la ciencia, sus recomendaciones de libros y películas, y el interés en cada uno de los que trabajamos y aprendemos con él. Es el mejor conversador”. 

Mónica Carvalho, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales lo describe como un "científico brillante que inspira futuras generaciones de colombianos a apreciar la historia geológica y paleontológica del país".

Manuel Páez, de la U. de Houston, lo describió como “un maestro en el sentido más noble y estricto de la palabra”, y para Camila Martínez, del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, “es un modelo a seguir porque a través de la motivación y el apoyo que les ha dado a cientos de estudiantes ha logrado promover todo un campo científico de alto nivel en un lugar como Colombia”. 

En el desierto de la Tatacoa también hay palabras de admiración para Carlos. Andrés Vanegas, del municipio La Victoria y quien con la ayuda de Carlos creó el Museo de Historia Natural La Tatacoa, dice que fue él quien “hizo realidad nuestro sueño de hacer ciencia desde nuestra casa. Carlos nos ha enseñado que la ciencia está a nuestro alcance”.

Por Pablo Correa

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar