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En las últimas semanas, se ha hecho viral en redes sociales el video de una carrera poco convencional: la de espermatozoides. La idea fue impulsada por Sperm Racing, una startup dirigida por cuatro emprendedores adolescentes. Su primera edición se llevó a cabo el pasado 25 de abril en el Hollywood Palladium, en Los Ángeles (Estados Unidos).
Según la startup, para organizar el evento se recaudaron cerca de 1,5 millones de dólares. Uno de los cofundadores es Eric Zhu, de 17 años, quien en entrevista con The Times compartió algunos detalles de la carrera. Explicó que los competidores fueron dos jóvenes: uno de la Universidad del Sur de California y otro de la Universidad de California, seleccionados por tener “biomarcadores coincidentes”.
También contó que se diseñó una pista de 20 centímetros de largo, modelada para emular el sistema reproductivo femenino. “Tenía señales químicas, dinámicas de fluidos y salidas sincronizadas”, apuntó.
Los espermatozoides, de apenas 0,05 milímetros, fueron depositados en pipetas. Cada movimiento fue registrado mediante cámaras de alta resolución y transmitido en una pantalla gigante.
How Sperm Racing Works (1/6): pic.twitter.com/S9fqYqWKPW
— Sperm Racing (@spermracing) April 30, 2025
De acuerdo con Zhu, la carrera duró cerca de 40 minutos, pues, según dijo, “los espermatozoides suelen nadar unos cinco milímetros por minuto”. El evento constó de tres rondas, presenciadas por alrededor de 4.000 espectadores.
El vencedor fue Tristan Mykel, de 20 años y estudiante de la Universidad del Sur de California, quien se llevó un premio de 10.000 dólares.
Zhu aseguró que, con esta competencia, buscan convertir la salud en una forma de deporte. “Queremos convertir la salud en una competencia”, dijo. “El esperma es un biomarcador sorprendente: cuanto más sano estés, más rápido se mueve”.
Además, añadió que su objetivo es visibilizar la fertilidad masculina, un tema que, según él, merece más atención: “Queremos que los hombres y la sociedad realmente quieran hablar de esto, monitorearlo y mejorarlo”.
Sin embargo, la carrera no fue bien recibida por todos. Como recopiló el medio ICON, Erick Pescador Albiach, sociólogo, sexólogo y especialista en Desarrollo de la Cultura del Cuidado, afirmó: “En la era de la machosfera de Trump y de sus acólitos e imitadores, se promulga de forma habitual que un hombre es más hombre y más exitoso si tiene fuerza y poderío sexual y reproductivo”.
En su opinión, esta competencia refuerza la idea de que la fecundación es una batalla o una carrera, una noción que —según él— se refleja en el hecho de que muchos hombres llaman a sus espermatozoides “sus soldados”. “En una sociedad patriarcal, la identidad masculina no se da por sentada solo por nacer con pene; debe ser validada mediante rituales de paso, competiciones y torneos frente a otros hombres”, concluyó.
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