A las 4 30 de la mañana, el Long March-5, el cohete portador más grande de China, despegó desde el centro de lanzamiento espacial Wenchang en la isla de Hainan. La hora marcó el inicio de la misión Chang’e que buscará recolectar rocas lunares para entender la formación de la Luna.
Minutos después del despegue, la nave espacial se separó de la primera y segunda etapa del cohete y entró en la órbita de transferencia Tierra-Luna. Aproximadamente una hora después, Chang’e 5 abrió sus paneles solares para proporcionar su fuente de energía independiente.
De acuerdo con The Guardian, El plan es que el módulo de aterrizaje perfore la superficie lunar y saque tierra y rocas con un brazo robótico. Este material sería transferido al vehículo ascendente, el cual debe transportarlo desde la superficie y luego acoplarlo con un módulo orbital.
Las muestras luego serían transferidas a una cápsula de retorno para el viaje a la Tierra, con un aterrizaje en la región de Mongolia Interior de China. “La misión ayudará a promover el desarrollo científico y tecnológico de China y sentará una importante bases para futuros alunizajes tripulados y exploración del espacio profundo de China”, dijo Pei Zhaoyu, subdirector del Centro de Exploración Lunar y Programa Espacial de la Administración Nacional del Espacio de China, al medio chino Xinghua.
Según AP, si bien muchos de los logros de los vuelos espaciales tripulados de China, incluida la construcción de una estación espacial experimental y la realización de una caminata espacial, reproducen los de otros países de años anteriores, la CNSA se está moviendo ahora hacia un nuevo territorio.
Chang’e 4, que realizó el primer aterrizaje suave en el lado lejano relativamente inexplorado de la luna hace casi dos años, está recopilando actualmente mediciones completas de la exposición a la radiación de la superficie lunar, información vital para cualquier país que planee enviar astronautas a la luna.
China se convirtió en julio en uno de los tres países que lanzaron una misión a Marte, en el caso de China, un orbitador y un rover que buscará señales de agua en el planeta rojo. La CNSA dice que la nave espacial Tianwen 1 está en camino de llegar a Marte alrededor de febrero.