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Un grupo de científicos de la empresa Colossal Biosciences asegura que logró “sacar” de la extinción al “lobo terrible” o “lobo gigante” (Aenocyon dirus), una especie que hace más de 10.000 años, cuando se extinguió, caminaba por un amplio sendero, desde América del Norte hasta las Pampas, en Argentina.
Para conseguir esta hazaña, explican los investigadores a la revista Time, el proceso inició por la reconstrucción del genoma de esta especie extinta. Para ello, agrega la empresa en su página web, utilizaron el ADN extraído de un diente de lobo gigante de hace 13.000 años y de un cráneo de hace 72.000 años.
Luego, aislaron las células de lobo gris (Canis Lupus), una especie que aún está viva. Lo hicieron por medio de su sangre. El objetivo era editar estas células para que coincidieran con el perfil genético del “lobo terrible”.
De acuerdo con los investigadores, “se necesitan muy pocos cambios genéticos para marcar la diferencia entre una especie viva y una extinta, aunque parezca una idea sorprendente”. Sin embargo, como le dijo Beth Shapiro, una bióloga evolutiva que trabaja para Colossal al medio New Scientist, su equipo logró secuenciar el genoma completo del lobo gigante y pronto lo hará público.
Pero, afirma el medio de noticias científicas, la bióloga no pudo decirles con precisión cuántas diferencias hay entre el lobo gigante y el lobo gris, aunque sí dijo que las dos especies comparten el 99,5 % del ADN. “Dado que el genoma del lobo gris tiene unos 2.400 millones de pares de bases, aún quedan millones de pares de bases de diferencias”, apuntaron desde New Scientist.
Además, agrega el portal de noticias, de acuerdo con un estudio publicado en 2021 en la revista Nature, los lobos grises y los gigantes no tendrían tanto en común, pues el último ancestro en común que compartieron vivió hace seis millones de años.
A pesar de esto, indican en la página web, solo se vieron en la necesidad de realizar 20 modificaciones en 14 genes del lobo gris común, los cuales eran responsables de características distintivas, como el tamaño o el pelaje. De este proceso, surgieron 45 óvulos modificados, que se desarrollaron en embriones en el laboratorio.
Estos embriones fueron implantados en hembras de sabuesos, quienes el 1° de octubre de 2024 dieron a luz a dos machos: Rómulo y Remo. Un par de meses después, Colossal repitió la fórmula y así fue como, el 30 de enero de 2025, nació Khaleesi, una hembra. Los cachorros viven en una reserva de vida silvestre en Estados Unidos. Su ubicación exacta se mantiene en secreto para garantizar su protección, explican los investigadores.
Por el momento, la empresa no ha publicado ningún estudio científico sobre este trabajo.
Imágenes del lobo terrible
Meet Romulus and Remus—the first animals ever resurrected from extinction. The dire wolf, lost to history over 10,000 years ago, has returned. Reborn on October 1, 2024, these remarkable pups were brought back to life using ancient DNA extracted from fossilized remains.
— Colossal Biosciences® (@colossal) April 7, 2025
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De acuerdo con la revista Time, que dedicó su portada más reciente a los tres animales, los animales ahora se alimentan de “carne de res, caballo y ciervo, además de hígado y otras vísceras, junto con concentrado para cachorros para obtener nutrientes esenciales”.
La empresa ahora le apunta a hacer este mismo proceso con el mamut, el tigre de Tasmania y otras especies emblemáticas que se extinguieron. Con los mamuts, por ejemplo, los investigadores esperan tomar como punto de partida las células de elefante. Recientemente, la compañía anunció la creación de ratones, cuyos genoma se habían editado con la técnica CRISPR.
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