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Durante más de un siglo, la biología evolutiva ha asumido que los dientes de los vertebrados son estructuras exclusivamente orales. Sin embargo, un equipo liderado por la Universidad de Washington acaba de documentar el primer caso de dientes fuera de la boca: en la frente de los machos adultos del pez rata moteado (Hydrolagus colliei), una especie de quimera emparentada con los tiburones y nativa del noreste del Pacífico.
El estudio, publicado el 4 de septiembre en Proceedings of the National Academy of Sciences, describe cómo los machos desarrollan un apéndice cartilaginoso en la frente, conocido como tenáculo. Al alcanzar la madurez, este se recubre con hileras de dientes verdaderos que cumplen una función reproductiva: sujetar a las hembras por la aleta pectoral durante el apareamiento.
“Esta característica increíble y absolutamente espectacular revierte la antigua suposición en biología evolutiva de que los dientes son estructuras estrictamente orales”, afirmó Karly Cohen, investigadora postdoctoral y autora principal del estudio.
Para confirmar que se trataba de dientes y no de dentículos dérmicos —estructuras cutáneas comunes en tiburones y rayas—, el equipo empleó microtomografías computarizadas, análisis genéticos y comparación con fósiles ancestrales. Encontraron que los dientes del tenáculo se forman en una lámina dental, la misma banda de tejido que origina los dientes de la mandíbula y que hasta ahora nunca se había identificado en otra parte del cuerpo. Además, las muestras de tejido revelaron la activación de genes asociados con la formación dental en vertebrados.
El pez rata moteado, que mide cerca de 60 centímetros, se caracteriza por su larga cola y por un aspecto inusual que recuerda a un “elefante comprimido en un saco vitelino”, según Cohen. Aunque tanto machos como hembras inician el desarrollo de un tenáculo en etapas tempranas, solo en los machos este órgano se mineraliza, emerge en la superficie de la piel y produce dientes funcionales.
Más allá de la rareza morfológica, el hallazgo reabre el debate sobre el origen evolutivo de los dientes. Tradicionalmente, los científicos han buscado sus raíces en los dentículos cutáneos de tiburones y rayas. La evidencia de dientes plenamente formados fuera de la boca sugiere que estas estructuras podrían haber evolucionado en más de una ubicación anatómica, con implicaciones para entender cómo los vertebrados desarrollaron uno de sus rasgos más característicos.
“Cuando vimos la lámina dental por primera vez, nos quedamos boquiabiertos”, recordó Cohen. “Fue muy emocionante comprobar que esta estructura crucial también puede existir fuera de la mandíbula”.