Un grupo de investigadores anunció haber descubierto unas de las evidencias más antiguas del uso de tecnología de transporte de la humanidad, las cuales datan de hace más de 20.000 años.
Estos hallazgos fueron realizados por un grupo de científicos de Universidad de Bournemouth (Reino Unido), que encontraron una serie de marcas de arrastre trazadas, aseguran, por vehículos hechos con postes de madera. Junto a estas también fueron halladas huellas humanas antiguas que quedaron grabadas en el suelo del Parque Nacional de White Sands de Nuevo México (EE. UU.)
“Sabemos que nuestros primeros antepasados debieron de utilizar algún medio de transporte para llevar sus pertenencias en sus migraciones alrededor del mundo, pero las pruebas en forma de vehículos de madera se han podrido”, explicó, en un comunicado, Matthew Bennett, investigador de la Universidad de Bournemouth, que dirigió el estudio. “Estas marcas de arrastre son el primer indicio de cómo transportaban cargas pesadas y voluminosas antes de que existieran los vehículos con ruedas”, añadió.
Estos hallazgos ocurren en un sitio en donde se han conservado las huellas de la vida haces miles de años en esta zona. Esto se debe a que esta consta de dos componentes geomorfológicos que las preservan de buena manera: un campo de dunas y una playa erosionada de un antiguo lago.
Frente a esto, último vale señalar que las huellas estudiadas en este parque se remontan a hace 23.00 años, lo que constituye uno de los rastros de antigüedad humana en el Norte de América.
“Las huellas no solamente aparecen en grandes concentraciones, sino que se extienden por una amplia zona espacial, lo que permite seguirlas a grandes distancias. Las propiedades únicas del yacimiento lo hacen ideal para explorar formas de vida y comportamientos del pasado”, indican los autores del estudio.
La longitud de las huellas descubiertas en este estudio oscilan entre los dos y los cincuenta metros, y se han conservado en barro seco y enterradas por los sedimentos.
En concreto, los investigadores encontraron dos tipos de rastros, que puede ver en la imagen de arriba. El primero consistía en una solo línea, el cual habría sido creado al arrastrar dos postes unidos por un extremo. El otro, por su parte, consistía en dos líneas paralelas, que habrían sido producidas por dos postes cruzados en el medio.
En el estudio se consideró la posibilidad que los rastros más sencillos se pudieron formar por el movimiento de troncos de árboles o simplemente el arrastre de lanzas o palos de tienda. No obstante, las líneas paralelas, sugieren los investigadores, fueron creadas por vehículos hechos con postes unidos, que se conocen como “travois”.
“Revisamos una serie de posibles interpretaciones que incluyen explicaciones tanto humanas como no humanas y llegamos a la conclusión de que la explicación más segura es que representan marcas de arrastre formadas por travois consistentes en una única pértiga o pértigas cruzadas tiradas por humanos, presumiblemente durante el transporte de recursos“, indican los autores del estudio.
Uno de los puntos que destacan los investigadores es que junto a estos trazos aparecen huellas humanas, lo que indicaría que estas fueron tiradas por personas, y no por animales. Además de esto, también se encontraron huellas que parecerían ser de niños, por lo que se maneja la hipótesis de que estos caminaban a lado de los adultos mientras estos movilizaban la carga.
Para demostrar estas teorías, los investigadores recrearon este tipo de vehículos y estudiaron las marcas que dejaban en una zona arenosa para compararlas con las huellas antiguas.
“En nuestros experimentos, nuestras huellas y líneas en el barro de los polos tenían el mismo aspecto que los ejemplos fosilizados que encontramos en Nuevo México”, explicó Bennett, a través de un comunicado.
De esta manera, estos descubrimientos ayudan mejorar el conocimiento que se tiene de cómo los humanos se han movilizado en el planeta a lo largo de la historia.
“Aunque la datación ha sido objeto de debate por parte de algunos investigadores, esto no debería distraer del hecho de que estos elementos, sea cual sea su antigüedad, demuestran antiguas prácticas indígenas tradicionales, impulsadas por la necesidad humana universal de transportar posesiones y recursos”, precisan los autores del estudio.
Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Quaternary Science Advances.
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