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La mayoría de las personas han incluido las tazas de café en su rutina diaria. Incluso en algunas casas u oficinas han destinado un espacio para instalar una estación de café. Pero, ¿cómo preparar una buena taza de café? Un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania se propuso reunir pistas para dar una respuesta.
Según Arnold Mathijssen, profesor de la Universidad de Pensilvania, el objetivo también era ver si era posible reducir la cantidad de granos de café necesarios, manteniendo la misma extracción y obteniendo un café con la misma intensidad. “Por el cambio climático, la producción de café está siendo cada vez más complicada”, añade a New Science.
En un artículo publicado en la revista Physics of Fluids, los científicos explican que se enfocaron en el café vertido o de goteo, un método de preparación que consiste en verter lentamente agua caliente sobre café molido, ubicado en un filtro de papel.
Para determinar la mejor forma de preparar una buena taza de café vertido, los científicos primero quisieron entender cómo funcionaban las interacciones microscópicas y la dinámica interna que ocurren durante este proceso.
Para ello, el equipo sustituyó los posos de café por partículas de gel de sílice, ubicados dentro de un cono de vidrio. Luego, emplearon una lámina láser y una cámara de alta velocidad con el objetivo de capturar detalladamente cómo este tipo de materiales, como el café molido, responden al agua hervida vertida desde una tetera con cuello de cisne. Este experimento se realizó desde diferentes alturas y con diversas concentraciones.
Ernest Park, también de la Universidad de Pensilvania, señala en un comunicado que, tras varios experimentos, quedó “claro que el mejor café vertido se obtiene al generar un efecto de avalancha en los granos, un resultado que se logra mejor con una combinación adecuada de altura e intensidad”.
Entonces, dicen los investigadores en los resultados, cuanto más tiempo estén los granos sumergidos en agua dentro del filtro, mayor será la extracción. Sin embargo, este proceso solo funciona hasta cierto punto. Pero, solo funciona hasta cierto punto. Si se vierte el agua demasiado lento, los posos no se mezclan lo suficiente y se quedan en el fondo, lo que reduce la cantidad de café.
Con el propósito de que esto no pase, sugieren los investigadores, deberán verter el agua desde cierta altura. Mathijssen lo explica así: “si elevas la tetera, básicamente obtienes más energía de la gravedad. Todas las partículas entrarán en una especie de circulación global que normalmente no se produciría si se vierte desde una altura menor”.
Al final, resumen los investigadores, para preparar una buena taza de café deberá intentar verter despacio el agua; luego, levantar la tetera e ir lo más despacio posible, pero sin interrumpir el flujo de agua.
Sin embargo, los científicos hicieron énfasis en que esta técnica dependerá del tipo de café, el tamaño de los granos, el tipo de hervidor, entre otros factores.
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