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Enviar el hombre a la Luna fue una de las primeras metas de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de EEUU al iniciar sus operaciones un lejano 1 de octubre de 1958, hace 60 años, un periodo en el que la agencia ha ampliado los horizontes de sus misiones tripuladas hasta Marte.
“La expectativa actual es que tendremos una misión humana a Marte a fines de la década de 2030, aunque el tiempo dependerá de la financiación y de cómo se desarrollen nuestras alianzas internacionales y comerciales”, explica el jefe de historiadores de la NASA, Bill Barry. "Este es un momento muy emocionante para la exploración espacial”, añade el experto. (Lea también: La NASA revela su plan para que el ser humano vuelva a la Luna y alcance Marte)
La emblemática agencia espacial, que hasta ese momento había sido el sueño de millones de personas alrededor del mundo, se hizo realidad hace 60 años después de que el entonces presidente estadounidense, Dwight Eisenhower (1953-1961), firmase la ley para crearla.
En este tiempo, la NASA ha logrado completar con éxito numerosas misiones espaciales, aunque en la retina de la humanidad siempre estará presente la misión Apolo 11, que puso al primer ser humano en la Luna en 1969.
Apolo, que contó con 22 misiones, fue un programa espacial tripulado desarrollado por el Gobierno de Estados Unidos en la década de los sesenta en el marco de la carrera espacial contra la Unión Soviética.
La que pasó a estar escrita con letras de oro en los libros de historia de la humanidad fue la Apolo 11, comandada por Neil A. Amstrong, el primer astronauta que logró pisar la superficie lunar el 21 de julio de 1969.
Al poner el pie en la Luna, Amstrong articuló esta célebre frase: “Es un pequeño paso para un hombre, pero un gran salto para la humanidad”.
Para Barry, historiador de la NASA, ese fue el momento “cumbre” de la historia de la agencia espacial, que cuenta con cientos de misiones para conocer mejor el contexto espacial que rodea a la Tierra.
Más allá de conquistar el satélite lunar, Barry recuerda que la NASA ha completado “el reconocimiento inicial” del Sistema Solar, visitando con artilugios espaciales “todos los planetas y muchos planetas enanos, lunas, asteroides y cometas”.
“A través de estas sondas y nuestros telescopios en órbita, hemos cambiado radicalmente nuestra comprensión del Universo y su formación”, destaca el experto.
Como tercer hito más importante en sus 60 años de vida, Barry consideró que el estudio de la Tierra desde el espacio por parte de la NASA ha significado que la humanidad entienda que el planeta azul es “remoto y frágil”.
El Challenger y otras tragedias
A pesar de contar con una historia repleta de logros, la NASA vivió uno de sus días más negros en el año 1986, cuando el transbordador espacial Challenger explotó 73 segundos después del despegue, matando a los siete tripulantes.
“La familia de la NASA perdió siete de los suyos en la mañana del 28 de enero de 1986, cuando un motor de su cohete acelerador derecho falló, causando que Challenger se rompiera. Challenger y su tripulación viven como parte de nuestro legado”, rememora la agencia en su sitio web.
La tragedia se repitió en 2003, cuando siete astronautas perdieron su vida después de que el transbordador espacial Columbia se desintegrara sobre los estados de Texas y Luisiana en su regreso a la atmósfera terrestre.
Un año después de ese terrible accidente, el presidente estadounidense, George W. Bush (2001-2009), estableció un hipotético aterrizaje humano en Marte “como el objetivo de horizonte para la NASA”, de acuerdo a Barry.
Llegar al planeta rojo es, ahora, una prioridad para la agencia espacial. “Seguimos trabajando para alcanzar esa meta”, dice el historiador.
En su primer mensaje a los empleados de la NASA el 1 de octubre de 1958, el primer administrador de la agencia, T. Keith Glennan, aseguró que todos ellos tenían “un gran trabajo que hacer”.
“En 60 años hemos progresado mucho, pero el trabajo sigue siendo ‘muy grande’ y estamos inspirados por nuestra historia para que nuestra labor esté a la altura de las expectativas establecidas por aquellos que nos han precedido”, concluye Barry, la persona que más sabe de la historia de la NASA.