Descubren la polilla-avispa más grande del país y un lagarto espinoso semiacuático

Los científicos nombraron a la polilla-avispa Tigridania magdalenae, mientras que al lagarto espinoso semiacuático lo llamaron Echinosaura embera.

Foto: UdeA

Un equipo de biólogos de la Universidad de Antioquia (UdeA) descubrió dos nuevas especies de fauna en Colombia. El hallazgo, que la institución calificó como “un aporte al conocimiento de la diversidad biológica del país”, reveló a la que ahora es considerada la polilla-avispa más grande de Colombia y a un lagarto espinoso semiacuático.

Por un lado, los investigadores encontraron una especie que eventualmente denominaron Tigridania magdalenae, la cual habita en el Magdalena Medio, puntualmente en Antioquia. Del género Tigridania Kaye, hace parte de la familia Erebidae y tiene colores amarillo y rojo vbrantes. “Se trata de una polilla (del orden lepidóptera) relativamente grande; entre sus congéneres es la más grande que hay en el país. Su envergadura es de alrededor de 6 a 7 cm con las alas extendidas”, explicó el biólogo Julián David Alzate.

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De acuerdo con Alzate, esta especie es muy robusta, pues el grosor de su tórax es similar al de un dedo menique. Además, sus alas son transparentes con venas negras, mientras que su abdomen está cubierto por escamas amarillas en la región anterior y rojas en la parte posterior. El biólogo descubrió a este insecto con el acompañamiento de Marta Wolff Echeverri, doctora en Ciencias Biológicas y coordinadora del Grupo de Entomología UdeA, y el entomólogo francés Michel Laguerre.

Por otro lado, Daniel Vásquez Restrepo, magíster en Ciencias Biológicas, describió, junto a su equipo, a un lagarto espinoso semiacuático que vive en la cuenca del Atrato, en el norte de Chocó, así como en la región del Darién, entre Colombia y Panamá. Los investigadores esperaban estudiar la especie Echinosaura palmeri, pero en realidad encontraron unos especímenes que no coincidían con sus características.

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Entonces, analizaron filogenéticamente varios de los individuos de la colección del Museo de Herpetología Universidad de Antioquia, donde el coautor del hallazgo, Juan Manuel Daza, es curador. Finalmente, lograron categorizar una nueva especie: Echinosaura embera.

“Hacer registros de estas nuevas especies nos permite entender mejor el territorio que habitamos y comprender cómo han sido los procesos que dieron origen a todas esas cosas que nos maravillan ahí afuera, con el fin de protegerlas y preservarlas”, subrayó Vásquez. En ese sentido, los científicos le otorgaron el nombre Echinosaura embera, inspirados en uno de los pueblos indígenas más representativos del país: los emberá.

Como estos investigadores, otros también han decidido llamar a las especies que descubren en honor a las comunidades de Colombia. En El Espectador, por ejemplo, contamos la historia de Alejandro Romero y Tiago Pinto, dos científicos que recientemente describieron cuatro especies de peces que hasta ahora eran desconocidas para la ciencia.

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Los nombres que Romero y Pinto les dieron a estos peces son un reconocimiento a los territorios donde habitan, es decir las cuencas del Amazonas y el Orinoco. Los llamaron Phenacogaster tukano, nukak, guayupe y yari.

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