Un grupo de investigadores de la Universidad del Norte y de la Universidad del Atlántico han descrito una nueva especie de araña, Actinopus embera, en los bosques secos de la región Caribe de Colombia. Su nombre rinde homenaje a la comunidad indígena Emberá, donde se halló el primer ejemplar. El género Actinopus pertenece a las arañas migalomorfas y se distingue por su hábito de construir madrigueras con una trampa de seda y suelo. La nueva especie fue nombrada Actinopus embera en honor a la comunidad indígena Emberá, que habita la zona de Córdoba donde se encontró su primer espécimen en la naturaleza.
El artículo donde los científicos anunciaron su hallazgo se publicó en la revista Arachnology de la Sociedad Aracnológica Británica, organismo dedicado exclusivamente al estudio de los arácnidos. Durante la investigación, los científicos colombianos también encontraron un caso interesante: un pequeño ácaro de la familia Acaridae viajaba sobre una hembra y tres crías de Actinopus embera en el municipio de Tiquisio, Bolívar. Este comportamiento, llamado foresis, ocurre cuando un animal usa a otro como medio de transporte sin perjudicarlo.
Actinopus embera es una especie de araña que se distingue de otras dentro de su grupo por detalles específicos en su cuerpo. En los machos, la principal diferencia está en una parte del aparato reproductor llamada embolus, que en esta especie es más delgado y recto que en otras. En las hembras, la diferencia más notable está en la forma de las espermatecas, las estructuras donde almacenan el esperma, que en este caso tienen una base más ancha y no presentan extensiones sobresalientes.
El macho que se tomó como referencia para describir la especie mide aproximadamente 16,24 mm de largo, se puede leer en la investigación. Su cuerpo tiene una parte frontal elevada, con ojos bien definidos y una marca profunda en el centro. Su abdomen es ovalado y liso, sin patrones o decoraciones visibles. Sus patas tienen diferentes tipos de espinas y estructuras adaptadas para el movimiento y la captura de presas, incluyendo pelos especiales en las puntas que le ayudan a agarrarse mejor a las superficies. En cuanto a sus órganos reproductivos, presenta detalles únicos en la forma de las estructuras que usa para transferir el esperma, lo que permite diferenciarlo de otras especies similares.
Respecto al comportamiento, “no notamos ninguna pauta conductual radicalmente distinta en Actinopus embera frente a otras especies del género; de hecho, la realidad es que, por la dificultad de acceder a ellas, sabemos muy poco del comportamiento detallado de todas las Actinopus en general. Las arañas de este grupo son muy discretas, de hábitos mayoritariamente nocturnos, que raramente abandonan su madriguera (excepto durante la época de apareamiento). Logramos recopilar algunos datos ecológicos interesantes sobre A. embera que aportan al conocimiento del género”, señala Robin Casalla, profesor del Departamento de Química y Biología de Uninorte, quien hizo parte del grupo de científicos, compuesto también por Luis Osorio y Neis Martínez.
Entre otros datos interesantes, el artículo menciona que Actinopus embera tiene un patrón estacional de actividad reproductiva, lo que significa que su ciclo de reproducción está influenciado por las estaciones del año. Específicamente, los machos adultos han sido observados principalmente entre septiembre y octubre, lo que sugiere que esta es la época en la que son más activos en la búsqueda de pareja. Con el descubrimiento de esta nueva especie los investigadores invitan a la preservación de los recursos biológicos y de la biodiversidad del país.
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