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Investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y otros centros internacionales han descubierto un planeta orbitando alrededor de una enana blanca. Para realizar el hallazgo, publicado hoy la revista Nature Astronomy, se han utilizado las observaciones del satélite TESS de la NASA, el retirado telescopio espacial Spitzer y el Gran Telescopio Canarias (GTC). (Lea El mundo pierde otra década para preservar la biodiversidad)
El objeto, del tamaño de Júpiter, llamado WD 1856 b, es aproximadamente siete veces más grande que la enana blanca (WD 1856 + 534), solo un 40% más grande que la Tierra. El exoplaneta orbita entorno a ella cada 34 horas. Eso es 60 veces más rápido que lo que gira Mercurio alrededor de nuestro Sol.
“De alguna manera, WD 1856 b se acercó mucho a su enana blanca y logró mantenerse de una sola pieza”, señala Andrew Vanderburg, profesor asistente de Astronomía en la Universidad de Wisconsin-Madison (EE UU) y autor principal del artículo.
Sigue a El Espectador en WhatsAppPero, ¿qué quiere decir esto? Como explicó en Twitter Andrea Guzmán Meza, astrofísica e investigadora de la Universidad de Berna (Suiza), todas las estrellas en el Universo quemarán en algún momento su combustible y morirán algún día. Nuestro Sol lo hará en 5 mil millones de años. “¿En qué se convertirán luego de eso? Las estrellas con masas similares al Sol, pasarán a ser Enanas Blancas”.
“Cuando el Sol convierta todo su Hidrógeno en Helio, la gravedad empezará a comprimirlo tremendamente ya que ninguna otra fuerza se le opondrá. El Sol expulsará violentamente sus capas exteriores al espacio y crecerá tanto que terminará por ‘comerse’ a Mercurio, Venus y tal vez la Tierra. El remanente de ese proceso se le conoce como una Enana Blanca: no pequeño núcleo de color blanco que seguirá enfriándose con el pasar del tiempo”, escribió Guzmán.
En otras palabras, como dijo a Agencia SINC Vanderburg, “el proceso de creación de la enana blanca destruye los planetas cercanos, y cualquier cosa que luego se acerque demasiado suele ser destrozada por la inmensa gravedad de la estrella. Todavía tenemos muchas preguntas sobre cómo WD 1856 b llegó a su ubicación actual sin encontrarse con uno de esos destinos”, añade.
La importancia del hallazgo de hoy es simple: es clave porque, como dice Guzmán, nunca antes se había encontrado a un planeta que hubiese sobrevivido a este proceso. Hoy es la primera vez y eso “nos da pistas importantes sobre el futuro de nuestro propio Sistema Solar en 5 mil millones de años”.
Es posible, como le explicó a SINC Felipe Murgas, coautor del artículo de Nature, que el planeta encontrado se haya originado al menos 50 veces más lejos de su ubicación actual.
“Hemos visto indicios de que los planetas también podrían dispersarse hacia adentro, pero esta parece ser la primera vez que vemos un planeta que hizo todo el viaje intacto”, advirtió a ese medio Siyi Xu, astrónomo asistente del Observatorio Gemini en Hilo, Hawái.