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El Atlas de Anatomía Humana y Topografía Aplicada de Eduard Pernkopf es conocido como uno de los libros ilustrados más precisos de la medicina. Un compendio de 800 imágenes a color que describen nervios, órganos, músculos, tendones y huesos de la cabeza, el tronco y las extremidades humanas. A pesar de los miles de copias esparcidas por el mundo, su traducción a cinco idiomas y las tres ediciones que se conservan del libro, desde 1994 dejó de publicarse por asuntos éticos. ¿La razón? Sus modelos están basados en los cadáveres del genocidio nazi. (Lea: Patarroyo, entre los científicos que más se autocitan)
Considerado “ampliamente el mejor ejemplo de dibujos anatómicos del mundo”, así lo cita un reciente artículo de la BBC, el atlas ha suscitado tanto debate que, en Reino Unido, el Colegio Real de Cirujanos limitó su consulta a bibliotecas para fines históricos. Sin embargo, la intención de condenar esta obra es inútil, según una encuesta reciente publicada en la revista Neurosurgery, a cargo de la Universidad de Oxford, hay expertos que todavía la consultan.
La encuesta fue aplicada a cirujanos especialistas en nervios periféricos, aquellos ubicados fuera del cerebro y de la médula espinal. Son miembros adscritos a la Sociedad Americana para el Nervio Periférico (ASPN por sus siglas en inglés) y a la plataforma educativa PASSIO que actualiza a través de videos al gremio. De las 182 respuestas obtenidas, el 59 % de los expertos reportó conocer el atlas de Pernkopf mientras que el 13 % aseguró utilizarlo como manual de consulta.
Sigue a El Espectador en WhatsAppAl preguntarles, además, sobre el debate ético de utilizar esta obra marcada por su pasado, el 69 % de los cirujanos explicó que se sentía cómodo usando el atlas pese al origen de las imágenes inspiradas en 1.377 cadáveres de presos políticos, homosexuales, lesbianas, gitanos y judíos. El 15 % se reportó incómodo y un 17 % de ellos, indeciso.