El estudio de colonias de hormigas ha dado descubrimientos sorprendentes sobre su funcionamiento social. El uso de feromonas para comunicarse y guiar los caminos que usan, los roles bien definidos y diferenciados, así como el trabajo conjunto para sobrevivir hacen parte de estos.
Una investigación publicada recientemente en la revista Nature Communications sumó un nuevo hallazgo sorprendente sobre las hormigas y tiene que ver con un mecanismo para cuidar la salud de la colonia.
Los científicos analizaron a pupas de hormigas, el estado de la metamorfosis de los insectos que precede la adultez, en un comportamiento extraño en los animales. De acuerdo con el estudio, mientras en otro tipo de animales los individuos enfermos ocultan que están enfermos para evitar ser rechazados, estos insectos hacen lo contrario.
Cuando tiene una enfermedad infecciosa que pone en riesgo la salud de otras hormigas, las pupas liberan una señal química que alerta a otros individuos de la colonia sobre la enfermedad. Esto lo hacen con el ánimo de que otras hormigas eliminen la infección o los patógenos que tiene la pupa, pero a su vez maten al individuo. Según la investigación, se trata de un autosacrificio para proteger al conjunto de la colonia.
“Esta forma de altruismo higiénico demuestra que los mecanismos de defensa similares a los inmunológicos no se limitan a organismos individuales, sino que también pueden evolucionar entre individuos en colonias de superorganismos, donde la aptitud de cada miembro depende de la salud y el éxito de la unidad reproductiva que comprenden colectivamente”, explicaron los autores en el estudio.
Pero, no se trata de una forma de supervivencia común en todas las pupas. En sus análisis, pudieron evidenciar que es un comportamiento propio de las pupas de hormigas obreras, y no de las pupas de hormigas reina.
La razón, creen los científicos, es que las pupas de hormigas reina tienen un sistema inmunológico mucho más preparado para atacar este tipo de infecciones o enfermedades, por lo que pueden controlarlas por sí mismas, sin recurrir al sacrificio, pero sin poner en riesgo a la colonia.
Además, la investigación notó que la señal química que emiten las pupas obreras solo ocurre cuando la infección o enfermedad está lo suficientemente avanzada como para impedir la recuperación del individuo. Esto, dicen los autores, es muestra de un “refinamiento evolutivo” impresionante de los sistemas de protección de la salud de la colonia.
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