El año pasado el comité de los premios Nobel sorprendió al mundo cuando anunció los nombres de Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna al entregar el galardón de Química. La primera, francesa, de 51 años, y la segunda, de origen estadounidense (56 años), se convirtieron en la sexta y séptima mujer en recibir ese reconocimiento. Muchos lo esperaban: las dos investigadoras crearon la técnica conocida como CRISPR / Cas9, una tecnología que cambió el mundo de la genética. (Lea todas las noticias sobre Ciencia)
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Comparada usualmente con unas “tijeras genéticas”, esta técnica permite manipular con alta precisión el ADN de animales, plantas y microorganismos. En medio de dilemas éticos, cada tanto se anuncian avances que prometen soluciones para algunas enfermedades. Hace un par de meses, por ejemplo, se inició el primer ensayo clínico para tratar una enfermedad rara: la amiloidosis por transtiretina. Pero ahora el turno es para una fruta: el tomate.
Una empresa japonesa llamada Sanatech Seed parece tener todo listo para sacar a la venta los primeros tomates editados genéticamente. Es el primer alimento que saldrá al mercado manipulado con esa revolucionaria técnica.
Como contaba hace unos días el medio especializado New Scientist, esa compañía comercializó plántulas editadas con CRISPR / Cas9. Los agricultores respondieron al llamado. Cerca de 4.000 las adquirieron y ahora los tomates están maduros.
“Hemos comenzado a cultivar plántulas y hemos enviado más de 4.000. Esto ha sido muy bien recibido y ha habido muchas solicitudes, por lo que originalmente está previsto que salgan a la venta este invierno. Hemos decidido empezar a vender frutas y verduras antes que el puré (su idea inicial)”, aseguran en un comunicado del 15 de septiembre.
“Como empresa de desarrollo de plántulas que utiliza tecnología de edición del genoma, estamos satisfechos con los consumidores y productores. Continuaremos desarrollando variedades que se puedan disfrutar “, añaden en otro apartado.
El tomate modificado genéticamente lleva un nombre difícil de recordar: Sicilian Rouge High GABA. “GABA” es un aminoácido que, se cree, que podría ayudar a la relajación y a reducir la presión arterial y estos tomates tienen más cantidad que los que guardamos en la nevera normalmente.
Aunque para algunos la idea puede sonar un poco aterradora por la larga lista de mitos en torno a estos asuntos, lo cierto es que la manipulación genética de alimentos ha sido crucial para poder satisfacer la demanda global de comida. Soja, maíz y trigo son solo algunos de los ejemplos más populares de alimentos que fueron modificados genéticamente (no con CRISPR, claro).
Ahora, con las “tijeras genéticas”, que hacen este proceso más barato y, de alguna manera, más simple, ya varias iniciativas agrícolas que buscan un mismo camino que el de Japón. En Reino Unido el debate empezó hace varios meses con, justamente, la modificación de ADN del trigo.