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Encuentran evidencias de un megaterremoto que sacudió Chile hace más de 3.000 años

Habría sucedido en el desierto de Atacama, al norte del país. Los seres humanos que entonces habitaban la costa se fueron y no regresaron en más de 1.000 años.

19 de abril de 2022 - 06:30 p. m.
Desierto de Atacama, en Chile.
Desierto de Atacama, en Chile.
Foto: Pixabay

Hace unos 3.800 años, y en lo que hoy se conoce como el desierto de Atacama, al norte de Chile, ocurrió un megaterremoto de una magnitud de 9,5 que provocó un tsunami de aproximadamente 8.000 kilómetros de largo con olas de hasta 20 metros de altura que llegaron hasta Nueva Zelanda, donde arrastraron rocas del tamaño de un vehículo hasta 1 kilómetro costa adentro. Los seres humanos, habitantes de la costa de Atacama durante más de 12.000 años, abandonaron la zona tras el evento natural. Todo esto se desprende un nuevo estudio publicado en la revista Science que describe de esta manera uno de los terremotos más fuertes de los que se tenga registro.

Los terremotos ocurren cuando dos placas tectónicas chocan entre sí, provocando una ruptura. Cuanto más larga es la ruptura, más grande es el terremoto. “Se había pensado que no podía haber un evento de ese tamaño en el norte del país (Chile) porque no se podía tener una ruptura lo suficientemente larga”, explicó el profesor James Goff, profesor de la Universidad de Southampton y coautor del estudio, en un comunicado, “pero ahora hemos encontrado evidencia de una ruptura de unos mil kilómetros de largo frente a la costa del desierto de Atacama”.

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Entre las evidencias en las que se apoyan los investigadores para esta conclusión, hay sedimentos marinos y restos de animales “que habrían estado viviendo tranquilamente en el mar antes de ser arrojados tierra adentro. Encontramos todo esto muy alto y muy lejos tierra adentro, por lo que no pudo haber sido una tormenta lo que los puso allí”, explica Goff. Las excavaciones realizadas por los científicos descubrieron “edificios” de piedra que habrían sido derribados por las olas. En ese entonces las costas del desierto de Atacama eran habitadas por comunidades de cazadores-recolectores, seres humanos que tras el evento catastrófico huyeron del lugar.

“Pasaron más de 1000 años antes de que la gente volviera a vivir en la costa, lo cual es un período de tiempo asombroso dado que dependían del mar para alimentarse. Es probable que las tradiciones transmitidas de generación en generación reforzaran este comportamiento resiliente, aunque nunca lo sabremos con certeza. Este es el ejemplo más antiguo que hemos encontrado en el hemisferio sur, donde un terremoto y un tsunami tuvieron un impacto tan catastrófico en la vida de las personas, hay mucho que aprender de esto”, agrega Goff. Las personas de entonces lo habrían perdido todo.

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Solo otro terremoto ha tenido una magnitud de 9.5 (que haya podido medir la humanidad). También ocurrió en Chile, en el sur del país. El 22 de mayo de 1960 el movimiento telúrico produjo maremotos que se sintieron en las costas de Japón. Entre 1.600 y 2.000 personas murieron. Los científicos creen que sus hallazgos pueden ser de utilidad para comprender cuán severos serán los efectos la próxima vez que ocurra un súper terremoto.

“Si bien esto tuvo un gran impacto en la gente de Chile, las islas del Pacífico Sur estaban deshabitadas cuando sufrieron los embates del tsunami hace 3.800 años. Pero todas están bien pobladas ahora, y muchas son destinos turísticos populares, por lo que cuando ocurra un evento de este tipo la próxima vez, las consecuencias podrían ser catastróficas a menos que aprendamos de estos hallazgos”, finalizó Goff.

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