Bajo el cielo del hemisferio sur, en uno de los lugares más inhospitos para la vida en la tierra, el Observatorio Europeo Austral (ESO) empezó a construir este viernes lo que para el 2024 será el mayor ventanal del planeta para asomarse al cosmos: el Telescopio Extremadamente Grande, o su nombre original en inglés, Extremely Large Telescope (ELT). (Lea: Así será el telescopio más grande del mundo, que se construirá en Chile)
El desierto de Atacama fue el lugar esogido para el mayor telescopio de observaciones en luz visible y en el infrarrojo, gracias a su espejo de 39 metros de diámetro. Por su diseño, ELT podrá recoger aproximadamente 13 veces más luz que la demás tecnología astronómica existente. De hecho, su montaje planea efectuarse sobre una cúpula giratoria de 80 metros de altura y 85 metros de diámetro.
Entre los objetivos propuestos para el Telescopio Extremadamente Grande está la observación de exoplanetas orbitando otras estrellas, estudios sobre la composición química de la atmósfera. Además, los cosmólogos piensan aprovechar su cobertura a fin de medir las propiedades de las estrellas que se formaron justo después del Big Bang. Incluso, la identificación de galaxias esparcidas por el Universo y la naturaleza de las misteriosas energía y materia oscura.