Kazunari Shibata y la ciencia del sol
Uno de los físicos solares más influyente del mundo habla sobre la trayectoria de sus investigaciones.
Mayra García Jurado*
Desde que llegó a sus manos el libro La creación del universo, del físico George Gamow, Kazunari Shibata no ha pasado un día sin indagar sobre el funcionamiento de estrellas y galaxias a nuestro alrededor. Su curiosidad, sin embargo, ha estado dirigida con intensidad a un punto brillante: el Sol.
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Desde que llegó a sus manos el libro La creación del universo, del físico George Gamow, Kazunari Shibata no ha pasado un día sin indagar sobre el funcionamiento de estrellas y galaxias a nuestro alrededor. Su curiosidad, sin embargo, ha estado dirigida con intensidad a un punto brillante: el Sol.
Desde Japón, el doctor en Astrofísica y profesor de la Universidad de Kioto, nos cuenta el origen y el estado actual de sus investigaciones. Los aportes de Shibata han permitido conocer las características y el funcionamiento del plasma solar y de otros astros y fenómenos del universo. En marzo del 2020, la Sociedad Astronómica Estadounidense le otorgó a Shibata el Premio George Ellery Hale.
¿Por qué decidió dedicar su vida a estudiar el Sol?
Cuando era estudiante de pregrado en la Universidad de Kioto, alrededor de 1973, mi primer interés fueron los núcleos galácticos activos y sus jets (eyecciones de gases calientes o plasma). Cuando comencé a aprender sobre magnetohidrodinámica y física solar, confirmé que esta área era importante para entender el Sol. Hay muchos jets en la atmósfera solar. Entonces, me interesé por el Sol y comencé a estudiar los “jets” solares.
¿Recuerda algún momento especial por el cual se inclinó hacia la física solar?
Sí, durante el primer año de secundaria en 1966, leí el libro La creación del universo, escrito por Gamow (traducido al japonés). Me impresionó mucho este libro. Esa fue la primera vez que comencé a pensar que quería convertirme en astrofísico.
¿A qué le atribuye que Japón sea uno de los países con mayores fortalezas en el estudio del Sol?
Una razón es que el Sol es la estrella más cercana y que la podemos estudiar con un telescopio pequeño. La astronomía moderna japonesa comenzó a principios del siglo XX y en aquellos días el Sol era un buen objetivo que se podía observar con un pequeño telescopio y poco presupuesto. Aquí es importante tener en cuenta que Japón era un país pobre en el siglo XIX y que solo después de 1867 comenzó a comunicarse con los países occidentales. Otra razón puede ser el nombre de Japón, la tierra del sol naciente.
Si tuviera que explicarle a un niño qué es el Sol, ¿qué le diría? ¿Cómo lo describiría?
El Sol es la madre de la vida en la Tierra. Es decir, podemos vivir gracias a la energía solar. Nacimos porque el Sol nació en nuestro universo. Por otro lado, el Sol está lleno de explosiones llamadas llamaradas y eyecciones de masa coronal, las cuales atacan la Tierra, especialmente conducen a varios desastres en nuestra civilización moderna, como apagones, problemas de comunicación, daños a satélites artificiales, dosis de radiación a astronautas y pasajeros de aerolíneas, etc. A menudo hago hincapié en que nuestra madre no solo es amable y gentil, sino también temible y poderosa.
¿Qué ventajas o desventajas ve en la forma en que se investiga hoy en día en comparación con décadas atrás, cuando recién se indagaba en el campo de la astrofísica?
Ahora es la edad de oro de la astronomía y la física solar (también de otras ciencias relacionadas) debido al enorme desarrollo de los telescopios, instrumentos, computadoras, internet y exploración espacial. No veo ninguna desventaja… Sin embargo, la única desventaja podría ser que todo cambia tan rápido que los investigadores no tenemos tiempo suficiente para dormir bien.
Sabemos que durante años ha estado trabajando en un modelo de “reconexión ubicua” para comprender el mecanismo de las llamaradas del Sol y otras estrellas en el espacio. ¿Podría contarnos cuáles han sido los avances de este modelo? ¿Ha funcionado?
Este modelo se basa en la idea de “modelo unificado de erupciones solares”, que también se basa en la “reconexión inducida por plasmoides y reconexión fractal” como física de la reconexión. Curiosamente, o afortunadamente para mí, las observaciones solares han descubierto más y más evidencia que respalda mi modelo unificado. Además, a medida que la resolución espacial de las observaciones solares se hizo mejor y mejor, cada vez más enfocada, se han observado algunas de las predicciones que hice en años anteriores.
¿Qué está investigando ahora?
Súper llamaradas en estrellas similares al Sol, usando el telescopio Seimei de 3.8 m en el Observatorio Okayama, de la Universidad de Kioto. Queremos encontrar varias pruebas de eyecciones de masa de estas súper llamaradas en estrellas similares al Sol. Más adelante, queremos encontrar un rastro previo de súper llamaradas en tales estrellas, con el fin de obtener una pista para predecir esas súper llamaradas en el Sol.
También voy a estudiar la historia previa de la actividad solar (especialmente la evidencia antigua de súper llamaradas en el Sol) en los últimos 70.000 años, con la colaboración de geólogos y físicos de rayos cósmicos.
Hace unos días se supo que el colombiano Patrick Antolin, uno de sus discípulos, publicó un artículo que nos ayuda a comprender el calentamiento de la corona solar. ¿Cuál fue su reacción al trabajo de Antolin?
Estaba muy sorprendido y emocionado cuando escuché por primera vez de él sobre su descubrimiento. Esa fue la noche del 4 de septiembre de 2019 en Tokio. En ese momento, estaba ocupado y no pude asistir a su charla, pero él amablemente me mostró su diapositiva de presentación durante el banquete, un día antes de su charla. Creo que este es uno de los descubrimientos más importantes de estos años en la investigación de la coronal solar.
*Periodista. Cursa la maestría de Periodismo Científico de la U. Javeriana.