Un equipo internacional de investigadores reveló nuevos datos sobre el estado de conservación de las tortugas marinas en el mundo. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a través de su Grupo de Especialistas en Tortugas Marinas (MTSG, por sus siglas en inglés), actualizó el marco de 2011 de la Cartera de Prioridades de Conservación, para lo cual realizó una evaluación de 48 poblaciones de seis especies de tortugas marinas vulnerables o en peligro de extinción.
El análisis, de un total de 145 individuos de 50 países, así como el estado de sus hábitats, arrojó que las amenazas hacia estos animales han disminuido a nivel general, lo cual, dicen, destaca varios casos de conservación favorables.
“Este trabajo demuestra el profundo impacto de las iniciativas locales de conservación en todo el mundo. Refleja la dedicación de innumerables personas y organizaciones que han trabajado sobre el terreno y en el agua para proteger a estos antiguos e icónicos marineros”, comunicó Bryan Wallace, principal autor principal del estudio.
Sin embargo, los desafíos persisten, y la captura incidental de la pesca sigue siendo la mayor amenaza para las especies en todas las regiones. Mientras la conservación de las tortugas verdes (Chelonia mydas) parece estar mejorando, las poblaciones de tortugas laúd (Dermochelys coriacea) estarían disminuyendo incluso en donde se creía que gozaban de buena salud. Esto ha llevado a la UICN a reclasificar la especie de la categoría de “Preocupación menor” a “En peligro” desde 2011.
“El estado de riesgo y amenaza mejoró en la mayoría de las Unidades Regionales de Gestión (URG) (54%). Más del 40% de las URG se clasificaron como de bajo riesgo y bajas amenazas, de las cuales ocho correspondieron a tortugas verdes (Chelonia mydas). Menos del 20% de las URG se clasificaron como de alto riesgo y altas amenazas, de las cuales cuatro correspondieron a tortugas laúd (Dermochelys coriacea)”, se lee en el artículo publicado en la revista Endangered Species Research.
El estudio también reveló que las regiones en las que las tortugas se enfrentan a amenazas más altas se ubican en el Océano Pacífico, mientras que las de bajo riesgo están en el Océano Atlántico. Los resultados, que cuentan con un panel de datos interactivo, reflejan la variabilidad de los estados de conservación, factores de riesgo, impacto de las amenazas e incluso de la disponibilidad de información dependiendo de la zona.
Es por ello que los investigadores subrayan “la importancia de una planificación contextualizada para abordar eficazmente los recursos de conservación limitados”. Además, señalan que las futuras evaluaciones deberían priorizar la inclusión de temas, científicos y regiones que no han tenido suficiente representación para abordar mejor estos desafíos “multifacéticos”.
“En general, esta es una excelente noticia: décadas de conservación de las tortugas marinas han dado sus frutos, pero al mismo tiempo es un llamado a la acción y un recordatorio de que debemos continuar con el trabajo que venimos realizando y redoblar nuestros esfuerzos por las poblaciones más amenazadas”, declaró Roderic Mast, copresidente del MTSG, a través de un comunicado.
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