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El 2 de septiembre de 2018, luego del cierre del horario de atención al público, un incendio consumió gran parte de los tres pisos del Museo Nacional de Brasil. El fuego destruyó casi por completo la colección histórica, lo que implicó la pérdida de los frescos de Pompeya y el fósil más antiguo hallado en Brasil. Este hecho también afectó los registros biológicos de una especie arácnida pequeña y poco estudiada: los opiliones. El museo tenía la segunda colección más grande del mundo, con muestras de 53 países. Se estima que se perdieron 350 mil ejemplares, entre estos material que había sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial.
Los opiliones se confunden frecuentemente con las arañas y, aunque pertenecen a un mismo grupo grande, en la clase de artrópodos arachnida, son animales muy diferentes. Por ejemplo, a diferencia de muchas arañas, los opiliones parecen no tener una división en su cuerpo entre el torso y la cabeza. Son el tercer grupo más grande dentro de los arácnidos, detrás de los ácaros y las arañas, con más de seis mil especies registradas hasta el momento. Estos animales son cosmopolitas, lo que significa que se encuentran en casi todos los lugares del mundo, excepto los polos. Son muy dependientes de la humedad, y por eso se encuentran en lugares húmedos, frecuentemente oscuros también. (Puede leer: No, no es cierto que China encontró señales de extraterrestres)
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