La sonda china que llegará al lado oculto de la Luna

El objetivo de la misión Chang’e-4 es analizar la historia y la geología del hemisferio lunar que no se ve desde la Tierra. La nave lleva semillas para comprobar si en esa superficie es posible replicar un proceso de fotosíntesis.

11 de diciembre de 2018 - 02:00 a. m.
La sonda china que llegará al lado oculto de la Luna

Johannes Kepler, astrónomo y matemático alemán, recordado por las leyes sobre el movimiento de los planetas alrededor del Sol, escribió en 1608 una novela premonitoria. Somnium (o Astronomía de la Luna) cuenta el viaje de Duracotus y su madre hasta los cráteres ocultos del pequeño astro. Mediante un conjuro mágico, los dos personajes emprenden un recorrido onírico durante un eclipse solar y descubren que la Luna está dividida en dos hemisferios: Subvolva, desde donde siempre se ve la Tierra, y Privolva, desde donde nunca se ve.

A partir de la publicación del libro, considerado el primer texto de ciencia ficción de occidente, Privola, o el lado oculto de la Luna, ha sido uno de los misterios espaciales más difíciles de resolver para la comunidad científica internacional. Hasta hoy, ningún astronauta ni nave espacial han logrado llegar a la superficie oculta. Sin embargo, cuatro siglos después de Kepler el secreto está cerca de revelarse. (Lea: La sonda InSight de la NASA intenta un descenso de alto riesgo en Marte)

El pasado sábado 8 de diciembre, a las dos de la mañana, el programa chino de exploración lunar lanzó con éxito la misión Chang’e-4, una sonda que pretende alunizar en el hemisferio oculto de nuestro astro. Se espera que la nave viaje desde el centro de lanzamiento de satélites Xichang, en el sur de China, y llegue al cráter Von Kármán, que está en la zona de impacto más antigua y más grande de la superficie lunar, la cuenca Aitken. Los astrofísicos creen que este cráter se formó por el impacto de un asteroide gigante hace miles de millones de años.

Según el cronograma de la misión Chang’e-4, bautizada así en honor a la diosa china de la Luna, la nave llegará a su destino en los primeros días de enero de 2019 y a las pocas horas de alunizar enviará un vehículo de exploración diseñado para recorrer el paisaje lunar y transmitir datos inéditos sobre la superficie inexplorada de nuestro satélite.

De acuerdo con la agencia del Gobierno de China, el vehículo de exploración planea hacer un reconocimiento de la historia y la geología de la región y de la composición de su suelo. El objetivo, al final, es que la nave pueda traer pedazos de rocas y piedras de esa cara lunar, invisible desde la Tierra. Con las muestras se podrán confirmar o contradecir las hipótesis científicas que creen que ese lado oculto tiene una corteza más antigua y gruesa, llena de cráteres, y que hay algunas planicies oscuras de basalto creadas por el flujo de lava.

Según un estudio publicado por científicos chinos en la revista especializada Journal of Geophysical Research, de la Asociación Geofísica Estadounidense, la misión también estudiará las condiciones para la transmisión de ondas de radio desde el lado lejano de la Luna. Como escribió la BBC, el vehículo que recorrerá la superficie llevará un contenedor con tres kilogramos de semillas de papas y de Arabidopsis, un género de plantas herbáceas, con el fin de hacer un experimento biológico.

“Queremos estudiar la respiración de las semillas y la fotosíntesis en la Luna”, dijo hace unos meses Liu Hanlong, director del experimento y vicepresidente de la Universidad de Chongqing (ubicada en el centro de China), a la agencia de noticias estatal Xinhua. (Puede leer: Los sorprendentes datos que reveló la sonda Cassini sobre Saturno antes de desintegrarse)

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