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Un misterio de 200 años fue develado tras una investigación científica. Se trata de una botella que fue desenterrada en una ciudad costera de Lincolnshire, en Reino Unido, por el dueño de una propiedad, quien se la entregó en su momento al departamento de Conservación del Patrimonio Cultural de la Universidad de Lincoln con dos condiciones: que se preservara el objeto y que se lograra identificar su contenido sin remover su corcho.
“Es un objeto fascinante y raro”, le dijo al portal de ciencia IFL Science Josephine McKenzie, técnica del departamento de Conservación del Patrimonio Cultural. La experta cuenta que todo comenzó cuando recibió un correo electrónico hace un año, en el que le consultaban sobre la botella. “Recibimos numerosas consultas sobre objetos variados, pero nunca habíamos aceptado algo así antes”, continuó McKenzie.
La estudiante Zara Yeates asumió el reto, y decidió hacerte un análisis XRF (fluorescencia de rayos X) y tomarle imágenes multiespectrales a la botella para así confirmar su contenido. Aunque todo indicaba que se trataría de una botella utilizada para guardar licor, los resultados confirmaron que se trataba de algo completamente diferente: el artefacto estaba lleno de orina y plantas degradadas, característico en botellas usadas entre los siglos XVIII y XIX como talismanes para “alejar espíritus malignos”. También, según McKenzie, se les conocía como “botellas de bruja”.
Se cree que la botella que se le entregó a las científicas pudo comenzar a fabricarse en 1790. Sus irregularidades indican que fue hecha a mano mediante soplado de vidrio. Pero, de manera más específica, dado que los moldes para botellas no se introdujeron hasta 1840, se deduce que esta pieza se creó entre 1790 y 1840, es decir, a inicios del siglo XIX.
Aunque el enigma de la botella se ha resuelto, su historia sigue viva. Yeates confirmó que, una vez finalice su proceso de conservación, se espera que el objeto sea exhibido en la muestra de último año del programa de Conservación del Patrimonio Cultural de la Universidad de Lincoln, programada para junio de 2025, antes de ser devuelto a su propietario, aún con su contenido histórico intacto y su corcho sin destapar.
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